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Lo conocimos, muchos, a través del cine. En el Álvarez Quintero viendo En el calor de la noche -quizás la primera vez que nos encontramos con él-, en el Florida viendo Llamada para un muerto, en el Villasís viendo A sangre fría, en el Rialto viendo Un trabajo en Italia, en el Imperial viendo Supergolpe en Manhattan… Y en casa oyendo, semana tras semana, la sintonía de Ironside. Poco a poco fuimos descubriendo lo que los conocedores del jazz ya sabían: que este nieto de una esclava, niño negro de infancia difícil en las calles del South Side de Chicago que a los 13 años hacía arreglos musicales, que a los 14 se encontró con un joven negro ciego de 16 años llamado Ray Charles a quien ayudó a cuajar como músico invitándolo a tocar con él en el Black Elks Club forjando una amistad de por vida, que a los 15 llamó la atención de Lionel Hampton que lo quiso integrar en su banda, que antes de los 20, ya en Nueva York, hacía arreglos para Count Basie, Sarah Vaughan, Dinah Washington, Duke Ellington y Gene Krupa, que recién cumplidos los 20 fue fichado por Lionel Hampton como trompetista y arreglista para un largo tour europeo que repetiría durante todos los años 50, que en París estudió con Nadia Boulanger y Olivier Messiaen, actuó en el Olimpia y grabó con Barclay, que al regresar a Estados Unidos creó su propio grupo de jazz sin dejar de trabajar con y para los mejores músicos desde Basie, Hampton o Davis a Sinatra (que lo bautizó como Q), que en 1961 -con 28 años- fue el primer afroamericano convertido en vicepresidente de una gran compañía discográfica, la poderosa Mercury, que en 1964 fue llamado por Sidney Lumet para componer la banda sonora de El prestamista -siendo el segundo músico negro, tras Duke Ellington con Anatomía de un asesinato, en componer una banda sonora para una película dramática no musical- iniciando una carrera en cine que lo convertiría en el primer músico negro con una larga filmografía a lo largo de un cuarto de siglo…
Lo demás, hasta llegar a sus producciones y arreglos para Michael Jackson, con Thriller, el álbum más vendido de la historia como cumbre, pasando por sus extraordinarias composiciones e interpretaciones jazzísticas, es leyenda e historia de la mejor música creada en el siglo XX para el jazz, la canción y el cine. Por eso en todo el mundo se ha celebrado el 90 cumpleaños de este genio que algunos descubrimos en un cine.
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