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ES una simple curva, un enlace en obras, un montón de balizas de color blanco y rojo a lo largo de un espacio de carretera nacional donde se debe reducir la velocidad a 40. El tramo referido es además de concentración de accidentes. El enlace de la carretera Nacional 502 con la antigua carretera Pozoblanco-Belmez, conocida por ser una antigua vía del extinto Iryda, lleva años en obras y aunque la reforma de la carretera está prácticamente terminada, la conexión sigue en el aire y se ha convertido en un buen ejemplo de la dramática situación a la que hemos llegado, una situación en la que las administraciones públicas -esta obra depende de la Junta pero afecta también a los intereses del Ministerio por enlazar con una nacional- han alcanzado tal grado de incapacidad financiera que no pueden ni terminar actuaciones que están a punto de finalizar. Distintos motivos lo impiden: errores en los proyectos, subcontratadas sin cobrar o empresas adjudicatarias que abandonan.
La carretera que supondría un ahorro de una docena de kilómetros a los vecinos de Pozoblanco, Villanueva de Córdoba, Pedroche, Torrecampo o Conquista a la hora de viajar a Córdoba lleva al menos dos años terminada, con su firme, con sus líneas pintadas, pero no se ha realizado el enlace porque hubo que hacer una modificación del proyecto y la vía se encuentra en el dique seco pese a estar flamante. Estoy seguro de que si se demandara una suscripción popular entre la población afectada no habría reparos en adelantar a la Junta un dinerito, porque la conclusión de esta conexión no sólo supondría el mencionado ahorro de kilómetros sino que el trayecto entre Pozoblanco y Córdoba se reduciría a los 45 minutos y se daría tranquilidad a los vecinos de Alcaracejos, que ven cómo la nacional parte en dos el pueblo con las molestias que ello conlleva. No habría que parar en los semáforos de esta última población y los camiones que llegan a las industrias pozoalbenses no atravesarían ningún casco urbano. Además se eliminaría el riesgo de de dos curvas enlazadas y delimitadas por balizas y se reduciría el intenso tráfico del tramo de carretera autonómica que une Alcaracejos y Pozoblanco, uno de los más transitados del norte de la provincia. Todo ventajas.
Un simple enlace en una carretera ya terminada reduciría riesgos pero la obra es un monumento a la incapacidad de las administraciones para resolver los problemas de los ciudadanos. Desde 2009 llevan dando fechas para la conclusión de este enlace y la resolución todavía está en el aire. Los modificados del proyecto de la conexión ya se han hecho pero falta el dinero. Así que si viajan hacia Los Pedroches, tengan cuidado cuando bajen el Calatraveño y se acerquen a las curvas del río Fresnedoso, son extremadamente peligrosas.
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