Ramiro García Vila

¿Dónde debemos firmar?

Las tendillas

LA pregunta me la formula un lector. A propósito de otra publicación reciente en este espacio, relativa otras palabras de uso muy corriente, recibo un correo electrónico mediante el cual el lector al que aludo se interesa por conocer mi opinión sobre lugar en que se debe estampar la firma. Más concretamente, pregunta si se coloca antes o después de la expresión "Firmado…" con la que concluimos los documentos que suscribimos o se puede ubicar, discrecionalmente, en cualquiera de los indicados lugares. En todo caso, el lector interesa una contestación razonada.

Es cierto, como todos sabemos que son raros los documentos que suscribimos en los que no aparece la susodicha expresión: Firmado…: o su forma abreviada "Fdo….":

No le falta razón al lector que pregunta acerca del lugar en que debemos estampar la firma. El mismo lector al que me refiero me remite dos impresos de solicitud de distintas instituciones. En ambas solicitudes, se marca con una cruz (X) el lugar en que debe firmar. Pero ambas en lugares distintos: uno marca el lugar encima de "Firmado". El otro lo marca debajo.

El lector debería formular la consulta a un filólogo, que seguramente podrá aclararle las dudas con más conocimiento de causa que el autor de esta "opinión". Sobre todo, con más argumentación técnica. No obstante, con mucho gusto dedico mi columna de hoy reflexionar sobre el asunto. Aunque mucho me temo que el espacio de que dispongo no me permita hacerlo en la extensión deseable.

En primer lugar es de subrayar que es una soberana catetada y cursilada la utilización generalizada de la expresión "Firmado…". Sólo es precisa si la persona que firma es otra distinta de la que encabeza el documento. Por ejemplo: en una carta con membrete, en la que consta expresamente el nombre del remitente, debe utilizarse el "Firmado" si quien suscribe no es la persona del membrete. Sólo en este caso y similares. Cuando el nombre del membrete y la persona que firma coinciden, sobra el "Firmado". El ponerlo supone una repetición que dice mucho -y nada bueno- del autor de la misiva.

Desde luego, que a estas alturas nos señalen el lugar en que debemos firmar parece más bien un insulto. ¿Tan ignorantes… nos suponen quienes nos brindan tan elementales, e ingenuas, explicaciones?

Quien no anda sobrado de conocimientos es quien marca el lugar de estampar la firma de manera discrecional: Antes o después de la expresión "Firmado…:". No hay tal alternativa o posibilidad: "Firmado" es, gramaticalmente, un participio pasivo, también llamado de pretérito porque expresa una acción pasada o que ya sucedió. En consecuencia, la expresión firmado significa que ya se ha firmado. No que nos proponemos hacerlo.

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