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Rafael Sánchez Saus
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Tinta y borrones
La Junta de Andalucía ha presentado los primeros presupuestos no socialistas de la democracia. Los presupuestos del cambio, han llamado al documento elaborado por PP y Cs -que tiene que apoyar Vox y que ya está amagando con no hacerlo- que en realidad tienen poco de novedosos. Lo único que sí hay que destacar es que, por primera vez en años, las cuentas aportan datos provinciales, algo que el PSOE había ocultado. Eso ha permitido ver que, como ya se ha dicho, el cambio para Córdoba es mínimo pues sigue estando a la cola en inversiones, con 118 millones de euros, solo por delante de Huelva. Tampoco hay novedad en los proyectos, tanto los que aparecen como los que no. Continuidad en los que tienen una partida reflejada -las consultas del Materno Infantil o el edificio de la avenida de América ya se habían impulsado-, insuficiencia en algunos asuntos claves -240.000 euros para Medina Azahara es insignificante- y sin sorpresa en los que ni están ni se le esperan, a saber, la Ronda Norte o las autovías del Olivar y a Jaén.
Tampoco cambian los discursos, aunque sí los protagonistas. Es curioso oír ahora hablar a los dirigentes del PP de que son los presupuestos "más sociales de la historia", un mantra que tiene el sello de Susana Díaz. Lo mismo ocurre cuando ahora se justifica que no aparezcan los proyectos arrastrados desde hace años y que en la oposición tanto se demandaban, como es el caso de la Ronda Norte, la Autovía del Olivar o la carretera a Jaén. El delegado del Gobierno, Antonio Repullo, ha argumentado que se ha priorizado el gasto social en lugar de las infraestructuras -¿les suena?- y también ha defendido que hay una voluntad de reformular y actualizar esos proyectos a la nueva realidad económica para recuperarlos. Pero, por el momento, no hay ni un euro consignado para estos proyectos, al menos con nombre y apellidos concretos.
Poco cambio, por tanto, han traído las cuentas de la nueva Junta para Córdoba, salvo que son otros los protagonistas y los que tienen que poner cara de circunstancia cuando le preguntan por qué Córdoba sigue a la cola en el gasto o por qué no aparecen los proyectos que se exigían.
Es cierto que estas cuentas apenas tendrán unos meses para ejecutarse y puede ser la única excusa válida para la nueva Junta. Confiemos en que algo cambie el año que viene.
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