La falta de gol ya es una pesadilla

Para el debut, el enésimo visionado de una película que no lleva a ninguna parte. Un día más, la demostración de que la selección española se mueve con jerarquía en esa zona del campo que se extiende de área a área y una vez más resultó infructuoso el apabullante dominio de los nuestros. Debut y cero goles en el marcador ante una Suecia que vino a defenderse y a ver si caía algo, lo que bien pudo suceder en un par de ocasiones.

Corría el minuto 20 cuando Suecia cayó en la cuenta de que el campo mide el doble de lo que había previsto en la pizarra. Hasta ese momento, los suecos no habían hilvanado tres pases seguidos ni salido de la cueva para nada. Era como un saco de recibir golpes, pero golpes inocuos, ya que todo lo bien que hacía España a lo ancho del campo no lo materializaba a lo largo y cuando lograba ponerse de gol, léase cabezazo de Olmo, el guardameta sueco lo abortaba.

Pero España daba muy buena imagen, incluso recobrando antiguas y olvidadas sensaciones, pero esa falta de gol penalizaba en exceso, lo que tuvo su culmen en una ocasión pintiparada que Morata mandó al limbo. Y a partir de ahí, el ariete juventino fue el pararrayos de todas las críticas que llovían de la grada, mientras Gerard Moreno calentaba y calentaba sin visos de saltar a la yerba. Luego, el segundo tiempo empezó a un ritmo menor para acelerarse con los cambios.

Cambios por cierto tardíos, pero que mediante Sarabia y, al fin, Gerard lograron dinamizar el juego en ataque. Y ahí se erigió invulnerable Olsen, el guardameta sueco. Gerard llevó más peligro en un cuarto de hora que los demás en el resto. Pero no pudo ser y el debut concluyó con un empate sin goles, claro. No pudo España ganar ni colocarse de líder en el arranque y ahora a ver qué ocurre el sábado contra Polonia. ¿Se saldrá de esta pesadilla de la falta de gol? Quién sabe...