José Aguilar

No hace falta ningún Kremlin

La esquina

La polarización de la sociedad y el deterioro constante de las instituciones ya lo garantizan nuestros actores políticos

23 de marzo 2024 - 00:15

El Departamento de Seguridad Nacional del Gobierno de España, en su informe sobre 2023, consideraba a la Rusia de Putin como el principal actor de las campañas de bulos y desinformación dirigidas a “desestabilizar y polarizar a la sociedad española y socavar su confianza en las instituciones”.

Pero no hace falta ningún agente enemigo para desestabilizarnos ni mermar la fortaleza de nuestras instituciones. Nos bastamos y sobramos nosotros solos. La acción política de los últimos años ha ayudado sobremanera a satisfacer los objetivos de los rusos. ¿Polarizar a la sociedad? Los partidos políticos, especialmente los mayoritarios, han obrado, con pertinacia y paciencia, el contramilagro de que España esté más dividida que nunca, se haya restaurado la dialéctica amigo/enemigo en la vida pública y hayan resucitado en todo su esplendor el viejo cainismo, el debate a garrotazos y la política de trincheras sin lugar ni momento para la tregua. ¿Socavar la confianza en las instituciones? Parece imposible socavarla más de lo que ya lo han hecho los que se han instalado en ellas por voluntad popular. Lo que contemplan unos ciudadanos crecientemente asqueados es un uso partidista de todas las instituciones por quienes tienen el poder ejecutivo y por quienes ansían arrebatárselo no importa con qué medios. Da igual que la colonización y el intervencionismo afecten al Senado de la nación o a la Fiscalía General del Estado, al Consejo General del Poder Judicial o a las sentencias de los más altos tribunales, borradas por leyes que se han alumbrado en el extranjero al dictado de los delincuentes que se van a beneficiar de ellas y sumisamente avaladas por un Congreso dividido en dos bloques irreductibles. Un Congreso, por cierto, que en el actual contexto está incapacitado para ejercer sus funciones constitucionales: ni aprobará los Presupuestos Generales del Estado porque se ha retirado el proyecto de ley debido al adelanto electoral en una comunidad autónoma (¡es que se trata de Cataluña, oiga!) ni reúne las condiciones para que se puedan pactar leyes o programas importantes que requieran consensos amplios. En cuanto a la tercera gran función del Legislativo, controlar la labor del Gobierno, ya vemos cada semana en qué desemboca: el Gobierno no contesta a lo que se le pregunta, insulta a la oposición y es insultado por ella, miente y es replicado con mentiras. No necesitamos de ningún Kremlin para provocarnos esta desgracia.

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