Confabulario
Manuel Gregorio González
V aleriana
La ciudad y los días
El peligro ruso… ¡Qué risa! La España en blanco y negro, la fachosfera y los que prefieren el Cara al sol a Zorra otra vez con lo del oro de Moscú, lo de ¡Rusia es culpable!” y “el exterminio de Rusia es una exigencia de la historia y del porvenir de Europa”’ de Serrano Suñer, el gol de Marcelino, los rojos que no usan sombrero y la “conspiración masónica izquierdista de la clase política en contubernio con la subversión comunista-terrorista” que todavía denunciaba Franco el 1 de octubre de 1975. “Ay, que me troncho!”, que decía el padre de la familia Cebolleta partiéndose en dos con un gozne sujetando el tronco a las piernas. ¡Serán antiguos! ¡Serán fachas! ¡Mira que venir a estas alturas con el contubernio indepe-ruso o Puigdemont-Putin enmarcado en una ofensiva rusa contra las democracias occidentales!
Pues poderosa debe ser la fachosfera más allá de las fronteras españolas porque ha logrado convencer a la inmensa mayoría del Parlamento Europeo, que ha aprobado por 433 votos a favor, 56 en contra y 17 abstenciones una resolución que denuncia las injerencias del Kremlin en los procesos políticos de los estados miembros de la UE para desestabilizar las democracias occidentales a través de redes de espionaje que podrían afectar a eurodiputados, a la vez que ha instado al Estado español a que investigue y esclarezca los supuestos contactos entre dirigentes independentistas catalanes, el Gobierno de la Generalitat entonces presidido por Puigdemont y altos funcionarios rusos, y si estos guardan relación con una injerencia rusa en el procés de 2017. Una de tres: o la cosa no era una resurrección del “¡Rusia es culpable!” urdida por la fachosfera, o los 433 votantes del Parlamento Europeo son fachas, o hay argumentos para investigar la trama rusa sin que nadie tenga por qué troncharse de risa.
Los socialistas, que andan algo escindidos cantando bajo la ventana de Puigdemont aquello de “ni contigo, ni sin ti, tienen mis males remedio; contigo porque me matas y sin ti porque me muero”, votaron a favor de la resolución que pide que se investigue la injerencia rusa y a los eurotopos surgidos del frío –que parece que vuelven los tiempos de John le Carré– pero contra la enmienda en la que se cita a Puigdemont; que, de todas formas, ha prosperado. Mala suerte. Es lo que tiene que un Gobierno dependa de los siete votos de un tipo así.
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