El mundo de ayer
Rafael Castaño
Tener un alma
Tribuna
EN Córdoba se han alcanzado en el mes de abril de 2009 los 36.296 desempleados, lo que supone un incremento del paro del 34% respecto al mismo mes de año 2008. Una de las causas de este grave incremento es el desplome de la "economía del ladrillo", como lo demuestra el dato de que el paro entre los hombres de Córdoba ha aumentado en este período (abril 08-abril 09) en un 60%. Ante estos datos, es necesario reorientar el modelo de desarrollo de la capital cordobesa, y en general, en Andalucía.
Por desarrollo local entendemos un proceso integral en virtud del cual un determinado territorio, y por ende su población, tejido empresarial y asociativo, experimenta un progreso equilibrado en la dimensión económica, social, cultural y medioambiental. Uno de los factores relacionados con el desarrollo de los territorios es la determinación y puesta en valor de nuevas actividades económicas y nuevos focos de empleo, que contribuyan a definir específicamente un modelo de desarrollo local concreto.
Está más que analizado que no existe un solo modelo de desarrollo local, pues, éste ha de ajustarse a las características del territorio y de su colectividad. En ese sentido, lo realmente estratégico es determinar en un territorio concreto y en un momento dado, qué actividades empresariales y profesionales pueden aportar innovación y especificidad al modelo de desarrollo económico local de una ciudad o comarca. Igual que las empresas han de especializarse, también los territorios tienen que ofrecer ofertas innovadoras y diferentes a un mercado cada vez más globalizado.
Este asunto es relevante, pues, cada vez más las posibilidades de desarrollo económico local están estrechamente unidas a la especialización en su oferta de servicios o productos. En la Ciudad de Córdoba se han detectado en diversos estudios una serie de actividades que ofrecen nuevas oportunidades empresariales y de generación de empleo a corto y medio plazo, y que dibujan a grandes rasgos las características del modelo de desarrollo territorial de esta capital.
Algunas de ellas están vinculadas al sector estratégico de la Ciudad, al turismo, respecto al que se ha detectado posibilidades empresariales en actividades como agencias de viajes especializadas en turismo y servicios a la carta locales, centrales de reserva en alojamientos, alquiler de apartamentos céntricos para estancias cortas, organización y gestión de encuentros (congresos, reuniones, jornadas y ferias), empresas especializadas en guías turísticas por la ciudad y balnearios urbanos, o la organización de eventos deportivos de nivel. En lo relativo a la gestión y promoción de la cultura, que constituye otro elemento diferenciador de nuestro modelo de desarrollo, se han puesto de manifiesto claras demandas laborales y empresariales en actividades como restauración y conservación de edificios y obras histórico-artísticos, creación y recuperación de centros culturales, promoción y difusión de la cultura, investigación del patrimonio, organización de eventos culturales, o servicios especializados en turismo cultural.
Respecto a estas últimas oportunidades de mercado detectadas en el tejido productivo cordobés, es de interés señalar que ya se han desarrollado interesantes planes de formación y cualificación profesional, que redundarán en una mejora importante en la gestión del sector de la actividad cultural de Córdoba, y en una mejora de la calidad de la oferta del sector cultural, factor muy importante para la expansión y consolidación del turismo cultural.
En Córdoba, la conexión entre la promoción de actividades culturales y generación de empresas y empleo debe constituir una prioridad institucional, para lo que deberían marcarse como objetivos de actuación, entre otros, la dotación de infraestructuras culturales necesarias (espacios para la creación y exposición, espacios para la gestión cultural, etc), así como la definición y puesta en marcha de programas culturales diversos, que hagan posible y llenen de intenso contenido la idea de Córdoba como ciudad cultural.
Desde mi punto de vista, estos podrían ser los rasgos diferenciadores del modelo de desarrollo territorial de Córdoba. El reto es hacerlo realidad con el esfuerzo e implicación de todos, con una estrategia de cooperación eficaz entre las instituciones responsables, dejando a un lado los debates partidarios, normalmente muy negativos para la realización de los objetivos de nuestro modelo de desarrollo territorial, y teniendo al ciudadano como único centro de interés, en un nuevo modelo de desarrollo económico cohesionado socialmente, sostenible desde el punto de vista medioambiental, y culturalmente dinámico, dejando atrás definitivamente la economía del ladrillo.
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