Un nombramiento más que necesario

Editorial

30 de septiembre 2008 - 01:00

DOS años después de su constitución, la Fundación Córdoba Ciudad Cultural al fin cuenta con una gerente. Carlota Álvarez Basso fue elegida ayer como cabeza visible de una institución que está llamada a liderar el sueño de una ciudad por convertirse en referente de la cultura de Europa en el año 2016. La selección de la candidata, que finalmente fue la única que acudió a la llamada de los patronos -la otra mujer citada, Nuria Sanz, se encuentra ilocalizable por motivos laborales-, pone fin a una etapa oscura en la que las dudas sobre los patronos han sido la tónica. Con Álvarez Basso, la Fundación gana a una experta gestora cultural con un amplio currículum que va desde la dirección del Museo de Arte Contemporáneo de Vigo hasta la dirección de proyectos de la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales pasando por el desempeño de la dirección del Palacio de Congresos y Exposiciones de Pontevedra.

A partir de ahora, Álvarez Basso se enfrenta a la ardua labor de poner en negro sobre blanco las líneas básicas sobre las que debe pivotar el proyecto con el que Córdoba pretende imponerse a las otras 16 candidaturas españolas para lograr el reconocimiento europeo. Una labor que deberá afrontar con rapidez y diligencia, toda vez que el plazo para presentar el programa base concluye a finales de 2009, es decir, en un año escaso. Asimismo, dado que el presupuesto que aportan Junta, Ayuntamiento y Diputación es de sólo 150.000 euros, de los que 100.000 se van en la nómina de la propia Álvarez Basso, la nueva gerente deberá captar también patrocinadores externos para la Capitalidad (no cabe duda de que para lograrlo cuenta con su formación como experta en marketing aplicado a eventos culturales), así como contactos internacionales con los que patrocinar la iniciativa. Recae pues sobre los hombros de esta mujer una responsabilidad tremenda, el sueño de toda una ciudad, para cuya consecución contará con el apoyo de todos los que creemos que Córdoba se merece más que ninguna otra ser Ciudad Europea de la Cultura en 2016.

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