A la porra

10 de junio 2024 - 00:45

No estoy faltando el respeto ni pretendo subirme al carro de subir el tono político del lodazal siniestro que padecemos por todos lados que lo mismo presume de mandar a la mierda que de plantar cara al adversario hasta físicamente desde los extremos. Que no, que no se trata en esta columna de apuntarse a la peligrosa moda de radicalizarlo todo hasta que reviente, que igual revienta y entonces vendrán, por un lado, las adhesiones a los ganadores y los lamentos de cómo hemos llegado hasta aquí. La columna se llama hoy así porque el cierre tan tardío de los colegios electorales en Italia no me permite mandar el artículo a tiempo con los resultados y, entonces, no puedo hacer análisis de lo ocurrido. Solo puedo hacer una porra y explicarla. Así que al lío y, si no sale, pues qué se le va a hacer, a la porra.

A nivel europeo gana con algo menos la derecha moderada, pierde con algo más la izquierda moderada y se resiente bastante el centro liberal. En este plano, no creo que entre seriamente en riesgo el modelo de gran coalición práctica que prefiere venir presidido por una versión moderada de todos los actores principales, tejiendo acuerdos para que el sistema sobreviva. Por abajo, una importante subida de los partidos ultra y contrarios al sistema. Importante, especialmente en el primer caso, porque si esa es la tendencia (y más si, por encima de esta porra, la extrema derecha se civiliza con la moqueta del poder, la derecha moderada puede tener la tentación de virar). El clima es anodino porque los líderes europeos lo son. A pesar de la absoluta importancia que tiene la política que siga la Unión para nuestro día a día, no parece importarles ni a ellos que el ciudadano medio europeo ni los conozca ni los valore. Solo se vota en clave nacional y ellos aprovechan la suma que les reportan en bulto los suyos, minimizando el daño que les procure si en algún país bajan. Muy lamentable.

Aquí gana el PP, pero no es una paliza, pierde el PSOE, pero no sale hundido, Sumar sigue descalabrado, pero contento, y reaparece un poco Podemos, y ya veremos si eso tiene consecuencias; los nacionalistas mantienen, poco más, poco menos, sus sitios; y lo más grave para poder construir algo mediamente sólido en el futuro próximo: Vox hace su agosto, algunas flores de un día dan juego, Alvise, otras se marchitan definitivamente, Ciudadanos, y no sale ninguna nueva, Izquierda Española. En fin, el juego del matonismo cateto de Vox y la desfachatez institucional de Sánchez suman perfectamente: Sánchez está encantado de tener la excusa que el torpe Vox le brinda para que parezca que para algo, cuando está arrasando con todo. La amnistía saldrá del congelador de la campaña y se ventilará en el BOE. Lo que le importa de verdad empieza a ocurrir hoy con la constitución del Parlamento en Cataluña.

Con tipos que pierden, pero aguantan, y con tipos que ganan, pero no llegan, cómo no nos vamos a ir a la porra.

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