La esquina
José Aguilar
¿Tiene pruebas Aldama?
Por montera
Chaves vuelve inmerso bajo un delirante remolino de emociones que le impiden tener bajo control el sentido común. El ex presidente ha hablado. Los rojos le extienden la alfombra al condenado para delegar en él su futuro. En medio de esta enajenación en Chaves se denota el contagio monclovita con un discurso casi idéntico al taladrador de Sánchez. Sus desvaríos se mezclan en el remolino. Uno: “no nos han indultado ni amnistiado, el Constitucional ha hecho justicia y nos ha dado la razón”, dice. Falso y lo veremos. Dos: el “TC ha reconocido mi inocencia” (mentira) Tres: “ha sido una operación montada por un partido político”, (se referirá al suyo propio) Cuatro: Juanma Moreno ha conseguido el Gobierno andaluz con “bulos, mentiras y graves acusaciones falsas”. Chaves que, como Susana Díaz y cientos de socialistas echaron a Sánchez del partido, repiten ahora las mismas falacias de su líder para hacer política. Porque ni siquiera el TC ha negado que hubo delitos. Nadie les ha absuelto. Nadie ha declarado su inocencia. El magistrado del sector conservador Enrique Arnaldo ha denunciado en su voto particular que ve “inconstitucional” la interpretación que el TC ha hecho de la sentencia al eliminar los controles y la fiscalización para luchar contra el fraude y la corrupción. Chaves no debe despreciar que aún se pronuncie la Audiencia de Sevilla, en la que tiene pendientes tres delitos por prevaricación continuada. Es decir, que cometió delitos que el TC no le ha borrado y por los que será sentenciado. Las políticas de las que Chaves presume diciendo que treinta años de gobierno socialista fueron los mejores de Andalucía, se refiere a los que les condenaron por haber construido en ese tiempo en legal lo ilegal. Esa famosa Andalucía clientelar que vivía dependiendo de las amistades a cambio de echar el voto para seguir trabajando. Esos puticlubs y drogas de socialistas. Abramos la ventana más allá de Despeñaperros y observemos las tropelías del Gobierno central que ahora quiere empezar a cerrar medios de comunicación por la vía de decreto, uno a uno, para conseguir el apoyo de sus socios de gobierno que esta semana le dieron la espalda frente a su ocurrente plan de regeneración democrática, rebautizado como Plan Begoña. Regresa del pasado Chaves sacando del baúl la amenaza de reactivar aquellos corruptos años. Quiere acabar con el crecimiento económico, empresarial, la evolución social y el oxígeno de libertad que ahora disfrutamos, y pretende devolvernos a la pobreza, la corrupción y sumisión.
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