Rafalete

Una semana muy triste

La Gloria de San Agustín

Lo de Álvaro Prieto nos ha dolido como si fuera un primo, un hermano, un sobrino o un hijo

Homenaje a Álvaro Prieto.
Homenaje a Álvaro Prieto. / Juan Ayala

22 de octubre 2023 - 06:10

Pero qué mal lo hemos pasado la mayoría de los cordobeses los últimos días, pero mal, que lo de Álvaro Prieto nos ha dolido como si fuera un primo, un hermano, un sobrino o un hijo, de la misma manera. Que sin conocerlo, yo no sé cómo me ha podido afectar tanto y dolerme tanto, y no exagero en nada, pero en nada.

Qué buenos goles nos hemos perdido en El Arcángel, que los habría metido a pares y no me cabe ninguna duda, que he visto algunas imágenes y el chaval le pegaba tela. Pero, sobre todo, qué buen cordobés nos hemos perdido, que llevaba escrito en la cara que era buena gente.

Yo creo que es de las cosas más gordas que te pueden pasar en la vida, lo digo sinceramente, y eso que yo no tengo hijos. Por eso le mando desde aquí un abrazo muy grande a sus padres, familiares y todos sus amigos, y solo les puedo decir que tengan mucho ánimo y que lo recuerden con una sonrisa, que es la mejor manera de recordarlo. Se repite mucho, pero anda que no es verdad eso de que la vida te puede cambiar en un solo segundo, y cuando menos lo esperas. Eso es así.

Por eso, mientras podamos, la vida hay que vivirla a tope y siempre tratando de llevarse bien con la gente, que no creo que haya nada más bonito y que más cosas buenas nos da. Porque el dinero, la fama y todo eso que se cuenta, puede estar muy bien, que no digo yo que no, pero ser bueno, que te quieran los demás, y quererlos tú, es lo mejor que puede ser una persona. Y lo demás ya llegará, o no, pero lo importante es poder dormir todas las noches, tranquilo, sin haberle fastidiado la vida a nadie. Que eso es lo primero, y todo lo demás son migajas.

Esta semana ya ha sido más fresquita, vaya que sí, que se han acabado los sudores, que ya iba siendo hora, y hasta ha llegado el agua, fuerte a ratos, pero tiene que venir más, de verdad, que cada vez que nos dicen el agua que nos queda en los pantanos me pongo malo, de verdad. Que mis padres vivieron lo de tener que ir al pozo a coger el agua, y eso solo lo saben los que lo han vivido. Que no podemos imaginarnos la suerte que tenemos, con eso de abrir el grifo y que salga agua o darle a un botón y que se encienda la luz. Mucha suerte, y esperemos que no lo echemos de menos, que sería muy mala señal.

En fin, vamos a cruzar los dedos para que la semana que comienza sea de las buenas, y hasta de las muy buenas, que yo creo que nos lo merecemos, aunque haya unos cuantos, que yo no sé si son alimañas o personas, que se merecen muy poco, y hasta nada. Pero hoy no toca hablar de esa gentuza. Hoy es para el joven Álvaro Prieto, que nos ha dejado muy pronto, y lo echamos de menos.

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