Confabulario
Manuel Gregorio González
V aleriana
La esquina
La impunidad penal arrancada al Gobierno por los independentistas catalanes es grave desde el punto de vista democrático: vulnera la Constitución y afrenta al principio de igualdad entre los españoles. El acuerdo bilateral sobre la financiación de Cataluña que se negocia ahora es igual de grave pero peor: desafía la igualdad entre los territorios y afecta al bolsillo de los ciudadanos no catalanes de España.
Aquel enjuague fue la única forma de abrir paso a la investidura de Pedro Sánchez, que había perdido las elecciones, y éste va a ser la única forma de investir como president de la Generalitat a Salvador Illa, que las ha ganado contundentemente, humillado hoy por hoy a la condición de espectador pasivo de lo que negocian otros. No cabe mayor desprecio objetivo.
Lo de la amnistía redactada por los amnistiables hasta el último detalle se construyó sobre una falacia que no se cree -en la intimidad- ni quien la inventó: era la condición necesaria para la pacificación de Cataluña, la restauración de la convivencia, la desjudicialización de la política, el reencuentro total. Ya se ve...
Lo de la financiación autonómica se está justificando con otra gran mentira: es compatible “mejorar el sistema de financiación autonómica desde el plano multilateral y al mismo tiempo articular una financiación singular para un territorio tan importante como Cataluña” (Pedro Sánchez). ¿Por qué es tan importante Cataluña? No por riqueza y prosperidad (lo es más la Comunidad de Madrid), ni por población (tiene más Andalucía). ¿No será porque los dos partidos suman los escaños del Congreso que necesita el Gobierno de España para existir?
Todas las comunidades autónomas presentan sus singularidades, como ha descubierto el cráneo privilegiado de Patxi López. Todas podrían, en teoría, ser protagonistas de una negociación bilateral sobre su financiación, como lo está siendo Cataluña, en la que cada cual sería beneficiada primando su respectiva singularidad (mayor población, más pobreza, más envejecimiento, más dispersión, orografía más complicada...). No es posible atender todos los criterios de reparto a la vez y que todos los territorios mejoren sus finanzas.
El único sistema de financiación factible y aceptable es uno en que todas las comunidades autónomos salgan contentas y descontentas a la vez. El que se pacta a solas con una comunidad privilegiada fuera del foro compartido no puede serlo.
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Gracias, Errejón