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Rafael Sánchez Saus
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Las dos orillas
CADA vez que Zapatero convoca a Rajoy en la Moncloa es para echarse a temblar. Ya se sabe que nunca alcanzan acuerdos, que el principal objetivo de esas reuniones es hacerse una foto para los periódicos y un posado para los telediarios. Pero si Zapatero acepta hacerse una foto con Rajoy, que no es la niña de sus sueños, ni siquiera un buen amigo como Obama, será por algo. Y generalmente es porque está acongojado. Aunque ahora lo llaman acosado. Dicen que Zapatero está acosado, y lo peor es que se acosa él mismo, con las cosas que tiene, como más de cuatro millones y medio de parados, y las bullas en que se mete, como le pasa con Montilla y los socialistas catalanes.
Por si fuera poco lo que tiene aquí, ahora se ha metido en otro lío: prestar 9.792 millones de euros a Grecia en tres años, de los que 3.672 millones de euros los deben soltar este año. Considerando que la deuda histórica pendiente de pago con Andalucía se cifró en 784 millones de euros, que es una minucia comparado con esto, y que aun así fue menester abonarla en solares con valoraciones bien despachadas, el caso griego suena a griego, bien despachado por supuesto. O sea, que se lo van a devolver con intereses del 5% y es un buen negocio, como dice Elena Salgado, o no, ya se verá.
España puede permitirse este préstamo, no porque reutilice el parné que se ha ahorrado con la deuda histórica, sino porque su endeudamiento es más bajo que el de otros países de la UE, según ha explicado la vicepresidenta económica. Como dicho así parecía inexplicable, lo ha explicado mejor: "el endeudamiento español se encuentra por debajo del 60% del PIB, frente al 120% de, por ejemplo, Grecia". Esto es, que si tuviéramos el mismo endeudamiento de por ejemplo Grecia no le prestaríamos nada a Grecia, porque no íbamos a ser tan tontos de prestarles millones de euros a unos que están tan tiesos como nosotros, sino que se lo prestamos a unos que están evidentemente más tiesos, y para que nos lo devuelvan pronto y con intereses.
Después de pagar las deudas con solares, lo más coherente era prestarle dinero a los más tiesos de Europa. Ya estamos harto de decir que España no va tan mal como Grecia, al menos de momento, y que tiene mucha credibilidad en la UE, se lo creen todo, incluso lo increíble, por eso todavía nos podemos permitir ciertas alegrías. Según parece, Zapatero ha convocado a Rajoy a la Moncloa para explicarle todo eso con detalle. Después de las fotos, yo no sé lo que dirá Rajoy. Tampoco se sabe si los griegos pagarán con intereses el préstamo, como dice Elena Salgado. Si las ven canutas, una solución sería que traspasen a Zapatero varios solares en una isla. Bien tasados y despachados por los expertos, faltaría más.
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