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Andalucía es una de las regiones españolas cuyos habitantes trabajan más horas. Así lo desvelan diferentes encuestas como la del Coste Laboral del Instituto Nacional de Estadística y la de Población Activa. En concreto, los trabajadores andaluces a jornada completa son los terceros de España en el número de horas en su puesto laboral (35,9). En lo que respecta a los trabajadores a tiempo parcial, los andaluces ocupan el segundo puesto (20,98 horas). Por un lado, estas cifras desmienten el tópico venenoso del andaluz como persona poco aficionada al trabajo, una de las falacias que más daño han hecho a la imagen de nuestra comunidad autónoma y que ha sido manipulada por los nacionalismos periféricos para justificar su famoso “España nos roba”. Incluso políticos moderados como Duran i Lleida llegaron a culpar los jornaleros andaluces de cobrar el PER “para pasar la mañana o toda la jornada en el bar de su pueblo”. El dato no tiene por qué ser necesariamente positivo. Por una parte desvela que la estructura del empleo en Andalucía depende demasiado de actividades como la hostelería o el comercio, que requieren de una alta presencialidad y no se pueden beneficiar de las nuevas tecnologías y de sus ventajas para una mayor flexibilidad laboral. Por otra parte, hay que dejar claro que una mayor permanencia en el lugar de trabajo no significa necesariamente más productividad. Ese es el verdadero debate. Con pocas o muchas horas, lo cierto es que, en cuanto a productividad por ocupado, Andalucía registra 56.248 euros, frente a los 70.371 euros de España y los 74.383 euros de la UE. La cifra, evidentemente, es preocupante, pero se comprende mejor si se observan los salarios. La media en España es de 16,56 euros brutos por hora. En Andalucía, sin embargo, solo alcanza los 15,16. Somos el tercero por la cola.
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