La hora de Córdoba

Con la constitución este sábado del Ayuntamiento de Córdoba comienza una nueva etapa con un gobierno monocolor que tendrá que gestionar unos años clave para la ciudad. La mayoría absoluta que José María Bellido ha conseguido alcanzar, además en el marco de un cambio de ciclo en el que los populares ostentan también la Junta de Andalucía y podrían hacerse con el Gobierno central, aporta la estabilidad necesaria para poder dar un fuerte impulso a los retos a abordar en los próximos años. Pero también supone una mayor responsabilidad, como reconocía el propio Bellido (y le advertía la oposición) en su investidura.

El nuevo Gobierno local tiene ante sí la tarea de facilitar que Córdoba desarrolle al máximo todo el potencial logístico que hasta ahora estaba en un segundo plano, con la Base Logística del Ejército como puntal pero también con la puesta en carga de millones de metros cuadrados de suelo industrial para la llegada de nuevas empresas. Tiene que implementar el plan estratégico, la Agenda Córdoba. Debe abordar la mitigación y adaptación de los efectos del cambio climático, lograr un equilibrio entre protección y calidad de vida en el casco histórico, afrontar la difícil realidad de tres de los 15 barrios más pobres de España, eliminar trabas burocráticas y agilizar la tramitación urbanística, mejorar la limpieza y reforzar unas empresas municipales faltas de personal.

Parte de esos desafíos han sido recogidos en forma de pactos a la oposición por el alcalde en su discurso de investidura. Les ha ofrecido diálogo y ellos, colaboración. El nuevo equipo de gobierno tiene su propio reto: responder a la confianza de los ciudadanos. La Córdoba de 2027 dará cuenta de su éxito en esa tarea.