La puerta abierta de los colegios

He leído en los últimos días numerosas referencias, en este y otros diarios, a que en Andalucía esta vuelta al cole será más cara que en anteriores cursos y que la cuesta de septiembre va a ser más empinada que la de enero. No suena bien. No es una buena noticia, desde luego, ya que deberíamos contar con un sistema educativo garantista, igualitario y accesible para todos, sin tener en cuenta los condicionantes sociales o económicos. Justamente ahí, en la educación, se establece la igualdad real de una sociedad. Todos deberíamos partir de la misma rampa de salida. La misma. Contar, a priori, con las mismas oportunidades y derechos, y por supuesto no nos olvidemos de los deberes y obligaciones. Luego, que cada cual realice el camino vital, académico y profesional que pueda o le sea posible, esa ya es otra historia. Las metas son personales, que cada cual se marque la que estime conveniente. La salida, insisto, si debe ser igual para todos. La educación, la formación, son las herramientas que nos posicionan y sitúan en el conjunto de la sociedad. Eso que conocemos como ascensor social, y cuya primera planta (o mejor hablemos de la baja) parte de un colegio. Ahí empieza todo. Si alguien rinde, es aplicado y constante, merece seguir contando con las oportunidades que la sociedad, a través del Estado, le ofrece. Es decir, becas, matrículas gratuitas, exenciones fiscales, libros sin coste, etc. Quien cumpla, quien vaya aprobando, aprovechando la oportunidad que se le brinda, merece seguir formando parte de un sistema educativo en igualdad de condiciones. Valorar el trabajo, la capacidad y el esfuerzo, y también la ambición, por qué no.

Tal y como me sucede con el resto de “beneficios” (que pagamos a través de nuestros impuestos) a los que tenemos acceso, gracias a eso que conocemos como estado del bienestar, creo en los derechos, pero también creo firmemente en las obligaciones. El café para todos, y gratis, no me gusta. El café para quien se lo merezca, y gratuito para quien se lo haya ganado. Gracias a esto nuestro país dio un vuelco social a partir de la década de los 80. Miles de jóvenes pudieron acceder a la formación superior, a la Universidad, gracias a la universalización de la educación y el fomento de las becas de estudio, para aquellas familias con las rentas económicas más bajas. Los arquitectos, ingenieros y abogados dejaron de ser una rareza y, sobre todo, dejaron de proceder en su mayoría de familias acomodadas. Empezamos a hablar de la generación más y mejor formada de la historia de España, que era y es cierto, pero también tendríamos que haber hablado de la generación con más oportunidades, con más derechos, hasta ese momento. O, simplemente, de la generación con oportunidades. Con puertas abiertas a la formación, y por tanto a la igualdad. No nos olvidemos de eso. Padres y madres que vieron cumplidos sueños que para muchos de ellos y ellas fueron frustraciones, anhelos imposibles, simple y llanamente porque sus familias no contaban con los recursos económicos suficientes para pagarles sus estudios.

Se trata de no regresar a ese tiempo, se trata de que las puertas de los colegios, de los centros educativos de todos los niveles, permanezcan abiertas, como una metáfora, pero también como una realidad tangible y concreta. Se trata de colegios con actividades extraescolares, calefacción y refrigeración dignas y comedores saludables. Se trata de gratuidad de los libros de texto y de docentes para aquellos niños que necesitan un plus, por cualquier motivo. Se trata de que la discapacidad no sea un freno o un lastre para nadie. Se trata de contar con el apoyo para tratar de evitar que nadie se quede atrás. Se trata de iniciar el camino desde el mismo lugar, sin piedras en los bolsillos, sin que las empinadas cuestas siempre se presenten para los mismos. Se trata, en definitiva, de que las puertas de los colegios y las de la igualdad coincidan en el mismo punto, en el mismo lugar. Se trata de construir la sociedad de mañana desde el presente, sin dejar a nadie atrás. Tan fácil como eso.