Almedinilla revive la lucha libre romana, el 'kickboxing' del siglo I antes de Cristo

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Las decimosexta edición de Festum, "a tope de público", acoge una exhibición de pancracio, una disciplina deportiva de los Juegos Olímpicos Antiguos

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Exhibición de Pancracio en el Festum de Almedinilla 2023. / El Día

El Festum de Almedinilla ha acogido una exhibición de pancracio romano, un espectáculo habitual que mantuvo una popularidad notable durante el siglo I antes de Cristo, llegando a convertirse en una competición deportiva de los Juegos Olímpicos Antiguos, y que mezcla todo tipo de técnicas de lucha grecorromana o pugilato (boxeo antiguo, similar al kickboxing), permitiendo patadas, llaves y golpes a los genitales, "salvo mordiscos o atacar a los ojos del contrincante", como explica a El Día el concejal de Cultura de la localidad, Francisco Vicente.

La exhibición, celebrada por primera vez en el marco de las Jornadas Iberorromanas de Almedinilla, ha sido protagonizada por el Grupo de Recreación de Úbeda. Este tipo de escenificaciones, al igual que los combates de gladiadores representados en otras ediciones -y también este domingo en Festum- "suelen tener mucho público, por el cariño, no sé el porqué, que le tenemos al golpe y la violencia", reconoce el concejal.

Sobre la práctica, existían dos modalidades: alto pancracio (los dos combatientes en pie, al estilo boxeo) y pancracio bajo (en el suelo). "Luchaban sin guantes, desnudos y descalzos, aunque aquí van con protecciones y vestidos por decoro", aclara Francisco Vicente, quien añade que "tampoco participaban las mujeres, pero aquí el grupo de recreación lo permite porque las hay en sus filas".

Exhibición de Pancracio en Almedinilla. / El Día

Este tipo de combates eran arbitrados por un juez que utilizaba una vara con la que podía detener a los luchadores en mitad de la pelea, indica Vicente. "Lo normal era la rendición de uno de los adversarios levantando la mano, aunque la pelea también podía finalizar con la muerte".

Una "inmersión total en Roma"

La decimosexta edición de las Jornadas Iberorromanas Festum de Almedinilla comenzó este viernes con un showcooking, en el que se impartió una charla sobre la conservación de alimentos en la época romana y una posterior degustación de algunos platos y, por la noche, se representó la obra de teatro Lisístrata, una adaptación libre de la comedia de Aristófanes que transmite "una visión caleidoscópica de la sororidad y la importancia de la influencia de la mujer en la sociedad de entonces y en la actual".

Este sábado se ha abierto el cardo romano, a las 11:00, y con ello la veda de una amplia programación que comprende desde juego lúdicos hasta monólogos, pasando por recreaciones de la vida cotidiana con oficios como la medicina, la agricultura o la prostitución. "Vamos a tope", ha reconocido el concejal de Cultura sobre la asistencia de público que está albergando esta nueva edición. La jornada de este sábado concluyó con un banquete romano en el que participaron más de 300 personas y que incluyó la degustaciónde comidas de la época adaptadas a los gustos actuales.

"Todo lo que se muestra aquí es auténtico, no hay nada que esté sacado fuera de la época. Desde los ingredientes hasta las herramientas o la vestimenta que se utilizaba está recreado fielmente, tomado de distintas fuentes históricas. Todos los aspectos técnicos y científicos se tienen muy cuidados", resume el éxito Francisco Vicente, como uno de los responsables de organizar este festival histórico ya consolidado y para el que cuentan con el asesoramiento de diferentes universidades de España.

De hecho, para hacer una compra o tomarse algo en cualquiera de los puestos del mercado artesanal que se sitúan en el cardo, tiene que pagarse mediante una moneda romana de la época, acuñada en metal, que se consigue al intercambiarla por euros como si fueran los tickets en una feria. "Es una inmersión total", defiende Vicente. "Hay público que viene para encontrar cosas que no hay en ningún otro sitio".

La preparación de este festival comienza en otoño poniendo temas sobre la mesa: en esta ocasión sigue un orden cronológico, ya que el pasado año las jornadas estuvieron dedicadas a la Fundación de Roma y este lo han hecho con el siguiente periodo, la Monarquía romana. A lo largo del invierno se contacta con los grupos de recreación que tienen que pasar previamente un control de calidad, afirma el concejal. Por su parte, el montaje de la escena en la que se desarrolla el festival, el cardo romano, tarda unas tres semanas hasta lograr emular una calle romana.

Asimismo, el programa de Festum está diseñado para satisfacer tanto el interés del público general como los expertos que atrae este festival romano. "Tenemos una parte creativa con protagonistas del pueblo, una parte lúdica para el público familiar, y también una parte de charla específica y recreacionista de especialistas que se dedican a lo largo del año para preparar esa actividad", resume.

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