Las familias de Almedinilla recibirán visitas domiciliarias sorpresa para evitar consumos abusivos de agua
Subbética
En caso de que el Ayuntamiento detecte infracciones graves, impondrá multas e incluso suspenderá el suministro
Los embalses de Córdoba afrontan agosto al 16% de su capacidad
La cuenca del Guadalquivir sufre la peor sequía desde 1970, recalca la Confederación Hidrográfica
Los pueblos de Córdoba endurecen las medidas contra la sequía. El Ayuntamiento de Almedinilla ha anunciado la creación de un "servicio municipal de vigilancia" que realizará visitas domiciliarias "sin previo aviso" y cuya función será la detección de fraudes y usos indebidos del agua potable en un momento de extrema sequía.
Así lo ha anunciado este viernes el alcalde, Jaime Castillo (PSOE), en un bando en el que avisa de que dichas visitas, en caso de que se detecten infracciones, pueden dar lugar a la apertura de expedientes sancionadores o, incluso, a la suspensión del suministro, según la gravedad del incumplimiento.
El primer edil justifica que los manantiales de los que se abastece la localidad, de 2.400 habitantes, enclavada en la Subbética y dispersa en numerosas aldeas, están reduciendo "considerablemente" su caudal desde hace unas semanas, por lo que se teme "por el agotamiento de varios de ellos". De ahí que se haga "imprescindible asegurar tanto el abastecimiento de uso doméstico como el necesario para mantener los procesos productivos de las empresas".
Al mismo tiempo, la situación lleva a suprimir "los consumos de uso ornamental, recreativo y cualquier otro que no sea esencial, aunque ello suponga algunas molestias e incomodidades", asume el regidor, que insta "a todos" -ciudadanía, organismos, empresas y demás colectivos sociales- "a un uso racional, responsable y solidario de un bien escaso como es el agua y a un esfuerzo colectivo y solidario para alcanzar un ahorro en el consumo que nos permita preservar las reservas actuales".
Entre las medidas incluidas en el bando, se prohíbe el riego de jardines, praderas, árboles, zonas verdes y deportivas, de carácter público o privado; se prohíbe el riego o baldeo de viales, calles, fachadas, patios y aceras, de carácter público o privado; se evitará el llenado de piscinas, estanques y fuentes, privadas o públicas, que no tengan en funcionamiento un sistema de recuperación o circuito cerrado; se cancela el uso de fuentes para consumo humano que no dispongan de elementos automáticos de cierre, y se prohíbe el lavado con manguera de toda clase de vehículos, "salvo si la limpieza la efectúa empresa dedicada a esta actividad". Es decir, se sancionará "cualquier otro uso no doméstico y responsable del agua".
En el bando, el alcalde hace un llamamiento "a la solidaridad y a la responsabilidad" de la ciudadanía, y pide que el texto circule entre todos los vecinos para que las medidas surtan efecto.
Los pantanos, en mínimos
Lo cierto es que los pantanos de la provincia de Córdoba siguen vaciándose día tras día. Se trata de una situación que, lejos de mejorar, se va agravando jornada tras jornada y el agua es cada vez más escasa. En pleno verano y sin perspectiva, ni por casualidad, de que se registren lluvias a corto plazo que pudieran servir para paliar este déficit hídrico, los pantanos que dependen de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHC) en el conjunto de la provincia presentan datos lamentables dado el escaso volumen de agua embalsada que tienen.
Una crisis la del agua que sufren desde hace más de tres meses ya los 80.000 vecinos de las comarcas de Los Pedroches y del Alto Guadiato, que siguen recibiendo agua potable a través de camiones cisternas, pero que se ha extendido a otros muchos puntos de la geografía cordobesa.
Así las cosas y, atendiendo a los datos publicados por la CHG, los embalses de Córdoba han comenzado el mes de agosto al 16,20% de su volumen, la menor de toda la comunidad andaluza. En concreto, la totalidad de los embalses de la provincia tienen una capacidad de 3.320,313 hectómetros cúbicos, pero su volumen actual es de apenas 530,18 hectómetros cúbicos. Se trata de un porcentaje que ha ido disminuyendo en el último mes, puesto que a principios de verano se encontraban al 18%. Una diferencia más acusada respecto al comienzo del estío de 2022, cuando entonces los embalses estaban al 23,4%.
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