Andrés Lorite: “Vivimos un deterioro institucional y democrático con el gobierno de Sánchez”
Entrevista al vicepresidente primero de la Diputación de Córdoba
No le duelen prendas en asegurar que en España "hay ataques a la democracia" y que, en buena medida, los está protagonizando el Gobierno central
Justifica el aumento del 40% en la situación de quiebra en la que ha encontrado Epremasa: "En el ADN del PP no está subir impuestos, al contrario"
Andrés Lorite llegó a la Diputación de Córdoba como concejal de Obejo en 2007 y permaneció en ella hasta 2019. Entre 2011 y 2015 fue delegado de Infraestructuras y portavoz del equipo de gobierno de la institución provincial y entre 2015 y 2019, portavoz del PP. En 2019 fue elegido diputado en el Congreso tras encabezar las listas del PP a las generales, cargo que no repitió en la última convocatoria de los comicios de 2023. Una decisión que se achacó por su cercanía, en el pasado también, al expresidente nacional del PP, Pablo Casado. Ahora, está al frente de la vicepresidencia primera de la Diputación de Córdoba, a la que ha vuelto después de fajarse en la experiencia en la Carrera de San Jerónimo de Madrid, de la que guarda buenos recuerdos.
-¿Qué es más complicado ser diputado por el PP en el Congreso en la oposición o ser vicepresidente primero de la Diputación de Córdoba?
-En la política siempre he estado para construir y, creo que en el Congreso de los Diputados he construido lo mismo que aquí estoy construyendo. Concibo la política desde el diálogo, el acuerdo y el consenso. Frente a lo que pudiera parecer, en el Congreso hay mucho diálogo, muchas horas de negociación y muchos acuerdos.
-Sin embargo, el diálogo y el consenso entre el Gobierno central y la oposición no están presentes, dados los últimos acontecimientos.
-Algo está fallando entre los protagonistas de la actividad parlamentaria y los medios de comunicación. Si uno va a su casa a mediodía y lo que ve son los segundos que ponen en el informativo de la bronca política en el hemiciclo, se hace cargo rápidamente de que los políticos se dedican a eso, a la bronca. Si uno ha vivido como yo tramitaciones de textos legislativos, tramitaciones de leyes, en las que hemos estado horas dialogando y negociando y hemos llegado a acuerdos… Fui ponente de la ley del sector ferroviario, que viene a liberalizar el sector. Hoy en día, tenemos más oferta y demanda ferroviaria y hay mejores precios, más frecuencia y facilidades para la movilidad. Durante esos cuatro años fui portavoz de Fomento de mi grupo parlamentario de Fomento hasta que le cambiaron el nombre. He negociado muchas cosas con el PSOE y con el Gobierno y hemos construido. Yo voy a los sitios a construir y quien se dedica a la política, tiene intención de construir, consensuar y dialogar y aquí lo ejerzo.
-¿Le dolió no formar parte de las listas del PP en las últimas elecciones generales?
-Uno en la política está con vocación, pero entendiendo que son las formaciones políticas las que tiene que decidir donde uno puede ser más útil. Mi partido decidió que yo era más útil en ese momento, supongo que por la trayectoria que tenía aquí, en un gobierno en la Diputación y que era importante que mi perfil estuviese de nuevo aquí y volver acompañando al presidente. Los dos somos los únicos que estuvimos en el primer gobierno y cuando lo asumimos en esta nueva etapa era el único que tenía experiencia tanto de gobierno como de oposición porque Salvador no había estado en la oposición aquí. El partido consideró que era el momento de fajarme en la gestión en una administración que yo conozco. Entiendo que la postura fuera esa.
-¿Pero no fue un castigo por ser el único valedor de Pablo Casado en Córdoba?
-Como he dicho, cree que el partido valoró mi experiencia y trayectoria aquí y quiso apostar por dar un gobierno sólido y estable a una institución que venía de estar ocho años en manos del PSOE y de IU y que buena falta le hacía. En cuanto llegamos, nos dimos cuenta que era muy necesario para el futuro de la institución y para el de la provincia de Córdoba.
-¿En qué situación está ahora mismo el PP a nivel nacional?, ¿cree que volverá a la Moncloa en unas próximas elecciones después de ganar las últimas y no poder gobernar?
-Estoy convencido de que España necesita un gobierno del PP y también de que pronto habrá alternancia en el gobierno. Esta situación de deterioro institucional y democrático que vivimos en España con un gobierno como el de Sánchez y su variopinto bloque de investidura pasarán a ser historia. El PP tiene una trayectoria con unos resultados electorales magníficos como en las municipales y autonómicas. Inmediatamente después se convocaron las elecciones generales y el PP las ganó. Ahora vamos a ver, como dicen todas las encuestas, que en Cataluña vamos a tener un gran resultado porque la gente está muy cansada del nacionalismo y del independentismo y van a ir a posturas moderadas y van a hacer una apuesta clarísima en cuanto a apoyar al PP como fuerza política constitucional, que creo que es la única que queda ya en Cataluña y estoy convencido de que en las elecciones del Parlamento Europeo el resultado va a ser espectacular: vamos a ganar porque gozamos del apoyo de la inmensa mayoría de los españoles.
-El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mantiene en los últimos días que la democracia en España está en peligro. ¿Cree que eso es cierto?
-Creo que hay ataques a la democracia y que, en buena medida, está protagonizando el Gobierno de España. Lo que está pasando es muy duro. Si hay algo esencial en la democracia es la libertad de expresión y, dentro de ello, la libertad de prensa. Se quiere amordazar a los medios y se pretende amordazar al poder judicial.
-Pasada su etapa en el Congreso de los Diputados, ¿cómo se ha encontrado la Diputación de Córdoba a su regreso de Madrid?
-Tengo una experiencia en la Diputación de Córdoba de mucho tiempo, tanto en la oposición como en el gobierno. De hecho, junto con el presidente, Salvador Fuentes, soy el único que repite en el gobierno, después de la corporación de 2011 a 2015. Posteriormente, estuve de portavoz en la oposición y en 2019 terminó mi trayectoria en la Diputación para concurrir a las elecciones generales como cabeza de lista por el PP a las elecciones generales y mi labor pasó a estar allí, a estar centrada en la política nacional en el Congreso de los Diputados. Vuelvo, en lo personal, con mucha ilusión y pasión por hacer cosas en la gestión por mi provincia, que la conozco bien y nos hemos encontrado un panorama más desolador de lo que yo a priori creía que me iba a encontrar.
-¿Desolador?
-Le hablo de mis responsabilidades más inmediatas o de las áreas que están adscritas a la vicepresidencia primera. Epremasa con un agujero económico de 7,5 millones de euros y una empresa que situaron el PSOE e IU, en el gobierno anterior, al borde de la quiebra. El director económico-financiero así lo reflejó en un informe. Creo que ese panorama es desolador y había que salvarla.
-Una forma de salvarla ha sido subir el 40% el recibo de la basura, que se ha aprobado recientemente
-Sí, pero hay más situaciones complejas que nos hemos encontrado recién llegados y, sinceramente, no espera que fuese tan mala. Por ejemplo, algo que es esencial en la Diputación y que con las obras de los planes provinciales: había 58 sin ejecutar y la inmensa mayoría sin proyecto técnico y que tenían que haber estado ejecutadas en el cuatrienio anterior. También nos hemos encontrado una red viaria, con 2.500 kilómetros de carreteras, en una situación lamentable desde el punto de vista del déficit que se observa en materia de conservación y mantenimiento. Y, así, un sinfín de cuestiones. Por ejemplo, en el área de Servicios Sociales, un área troncal, nos dimos cuenta de que no había fondos suficientes para programas básicos como el empleo social: no dejaron recursos suficientes. Y el asunto del agua: una empresa con un un déficit tremendo y una situación alarmante y angustiosa que han padecido 80.000 vecinos. El responsable de ese escenario que nos encontramos era de quien había tenido la responsabilidad de gobierno durante los últimos ocho años.
-Insisto, el recibo de la basura ha subido un 40%.
-Ha sido muy criticado desde el punto de vista de la demagogia y ha habido comentarios muy injustos, sobre todo, de quienes han provocado esa situación. No ha estado, no está, ni estará en el ADN del PP subir los tributos, al contrario.
-Pero en esta ocasión sí que lo han hecho.
-A nosotros no nos apetece subir los tributos. He sido muy crítico y lo seguiré siendo con el Gobierno que tiene el dudoso honor de ser quien más ha incrementado el esfuerzo fiscal en todo el entorno europeo, que es el Gobierno de España. Un Gobierno que inventa constantemente nuevos tributos o te hace subidas fiscales constantemente. Es el Gobierno que tiene el dudoso honor de subir la fiscalidad durante la pandemia. Entre otras cosas, con esta voracidad fiscal el Gobierno impuso a partir del 1 de enero de 2023 un impuesto al vertedero, absolutamente injusto. Por este impuesto, Epremasa ha pagado más de 4,5 millones de euros en el ejercicio de 2023. La propia ley, que aprobó el PSOE con el bloque de investidura, actúa con la máxima de que quien contamina, paga, y dice que hay repercutir el coste de ese impuesto al contribuyente. Ante todo y, sobre todo, nuestra misión en las sociedad públicas mercantiles ha sido salvarlas. En Epremasa, según nos decían los informes económicos-financieros o eso o la quiebra técnica, que no es solo cerrar una empresa pública, que ya sería grave, sino dejar de prestar un servicio básico y fundamental, como es la recogida de los residuos sólidos urbanos domésticos. Esa era la coyuntura. Tengo que agradecer el aval del comité de empresa, compuesto por distintos sindicatos, que nos dijeron que la subida era razonable porque era la fórmula de salvar una empresa pública.
-¿Este incremento de las tarifas va a salvar Epremasa?
-Aspiramos a que con esto se corrija esa situación de déficit que acarrea la empresa. Esta es una empresa pública que no tiene por qué tener déficit y lo normal es que dé superávit. Tras una trayectoria amplia de resultados positivos ha entrado en esta vorágine a consecuencia de una gestión mejorable en muchos aspectos y también por el impacto de ese impuesto al vertedero del Gobierno de Sánchez.
-¿Pero sólo se debe a una gestión mejorable como dice?
-Voy a poner un ejemplo: a la empresa le supuso un coste de 1,3 millones de euros una decisión absolutamente errónea como fue decidir no activar la prórroga de los contratos de recogida de basura. Hubo que acudir a una prórroga forzosa y a Epremasa le costó 1,3 millones de euros. Cada mes que pasa y hasta que tengamos en marcha los nuevos contratos de recogida, le cuesta a la empresa 136.000 euros mensuales. Esa decisión, como mínimo, es cuestionable, como no ejecutar las inversiones. Por ejemplo, en 2023 solo se ejecutaron el 15% de las inversiones comprometidas, que en su mayoría son de ingeniería civil o soterramiento de contenedores.
-Ha indicado antes que la situación de las carreteras que se ha encontrado es "lamentable".
-La red de titularidad de carreteras de la Diputación de Córdoba presenta un déficit enorme, como jamás nunca había tenido en materia de conservación y mantenimiento. Las carreteras son esenciales porque son las que conectan los núcleos de población entre sí, las que nos conectan con las explotaciones agrarias, las que potencian la movilidad entre los municipios de la provincia de Córdoba, pero además tienen que estar en perfectas condiciones a efectos de seguridad vial.
-¿Qué planes hay para revertir la situación?
-En estos presupuestos vamos a hacer el mayor contrato de la historia de la Diputación de conservación y mantenimiento de carreteras de 12 millones de euros anuales para nuestra red viaria; partíamos de cinco millones de euros anuales.
-Por zonas de la provincia de Córdoba, ¿cuáles son las carreteras que presentan peor estado?
-Es generalizado. Lógicamente, en las zonas rocosas, las carreteras se deterioran menos y en las arcillosas y el terreno es expansivo, se deterioran más. No se puede comparar una carretera de la Campiña, como en Bujalance o Nueva Carteya, con una de Los Pedroches.
-No le corresponde por su área, pero más de 80.000 vecinos de la zona Norte de la provincia de Córdoba no han tenido acceso al agua potable durante un año.
-Lo he vivido con absoluta preocupación. Este gobierno de la Diputación ha demostrado cosas muy importantes en ese sentido. Ha estado en permanente contacto con los alcaldes y representantes municipales, los presidentes de las dos mancomunidades y también muy especialmente con el resto de administraciones públicas, ya sean la Confederación Hidrográfica, ya sea la Junta de Andalucía, con la que hemos llevado acciones conjuntas muy importantes. Ha sido una situación muy dura, pero sabíamos que la prioridad absoluta eran las infraestructuras hidráulicas y que esas personas tuviesen agua potable. De hecho, a nadie se le escapa que el presidente de la Diputación se reserve la presidencia de Emproacsa y, eso da un orden de magnitud de la importancia que le hemos dado.
-Pero se ha tardado un año
-Sí, pero antes de que llegáramos se han hecho muy escasamente los deberes. Lo que pido es que todas las administraciones rememos en el mismo sentido y con la misma fuerza en este aspecto. No puede ser que la Confederación diga en una reunión de sequía que hay actuaciones que tiene que acometer el Gobierno de España y luego resulte que en el decreto de sequía esas actuaciones se eliminen de una forma injusta. Ese se lo tiene que plantear el Gobierno de España y lo que le pido es que esté a la altura de las circunstancias colaborando con otras administraciones, haciendo lo que le compete y aprendiendo de lo que hacen otras administraciones que han estado a la altura de las circunstancias.
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