Antonio J. González pronuncia un pregón profundo e intenso que anuncia la Semana Santa de Priego de Córdoba
Subbética
Con un marcado acento mariano, en el que la música ha tenido un papel principal, el pregonero hizo un repaso por todas las hermandades de la Semana Mayor prieguense
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El Teatro Victoria de Priego de Córdoba ha sido un año más el escenario del pregón de la Semana Santa prieguense pronunciado por Antonio J. González, actual hermano mayor de la hermandad de Nuestro Padre Jesús en la Oración en el Huerto y María Santísima de la Paz. El acto daba comienzo con la intervención de la Banda Sinfónica de la Escuela Municipal de Música y Danza de Priego que, bajo la dirección de José Pablo Arjona, interpretó la marcha Virgen de la Paz, de Pedro Morales Muñoz.
El encargado de presentar al pregonero ha sido el reverendo, Antonio Navarro Carmona, al que le unen lazos de amistad. Navarro ha resaltado que la Semana Santa de Priego “es una de las más majestuosas de nuestra diócesis” y ha destacado la relación del pregonero con distintas hermandades como la de las Angustias, Los Dolores, La Columna, la Aurora, el Rocío y de manera especial, la hermandad de la Paz, donde es costalero de la Virgen. Profesor de profesión, González tiene especial debilidad con los jóvenes, a los que dedica gran parte de su tiempo y esfuerzo.
El pregonero ha reconocido el trabajo que realizan todas aquellas personas que están alrededor de las hermandades, con diferentes cargos y sin ellos, y que son fundamentales para el buen funcionamiento de las mismas. A continuación, y siguiendo el orden cronológico, González ha dedicado emotivas palabras a cada una de las hermandades y cofradías prieguenses.
En el Domingo de Ramos, resaltó el papel de la hermandad de la Pollinica, a la que calificó como “hermandad de hermandades” ya que “en su seno se gestan las cofradías del futuro”. Capítulo especial el que dedicó a la hermandad de la Paz, de la que es hermano mayor. Tuvo un recuerdo para los inicios de esta hermandad, fundada en el seno del barrio de las Caracolas y en la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, donde se encontraba la imagen de María Santísima de la Paz, que “ya estaba bendecida por todos los que soñaban con tenerte”. Tras sus palabras, intervino la escolanía Virgen de la Paz, voces blancas que, dirigidas por Lourdes Ortiz, confesaban a través de la música su devoción a la Virgen de la Paz, afirmando que “tus ojos dan sentido a nuestra fe”.
El pregonero tuvo palabras de devoción hacia la hermandad de Los Dolores y de la Caridad, y destacó de esta última su amor por el prójimo. En su parada en el Miércoles Santo, González alabó la “valentía y el trabajo” de la hermandad del Mayor Dolor, dirigiéndose a su Cristo Preso, ese que “a pesar de tus manos atadas, eres libertad”. Del Jueves Santo, el pregonero confesó su fervor a la Virgen de la Esperanza, de la que es costalero y pronunció sus palabras más emotivas a la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, a su mirada y a la devoción que despierta en todo un pueblo, invitándonos a rezarle no sólo el Viernes Santo sino todos los días del año.
La hermandad de las Angustias fue otro de los capítulos en mayúsculas dentro de este pregón, en cuyo seno el pregonero vivió su juventud y a la que permanece ligado en la actualidad. Una Virgen vinculada al Colegio del mismo nombre, “que vela los sueños de los más pequeños”. En este punto se vivió uno de los momentos más emotivos de la mañana, al ceder el pregonero la palabra a la pregonera juvenil de pasado año, María Carrillo, que repitió ante el atril, las palabras que dedicó en su momento a la Virgen de las Angustias.
La hermandad de la Soledad y la del Resucitado fueron las últimas estaciones de un pregón, cuyos últimos versos estuvieron dedicados a la Virgen de la Paz y al reconocimiento de que “somos seguidores de Cristo, somos cristianos”. Por último, destacar que durante el pregón la Banda Sinfónica de la Escuela Municipal de Música de Priego interpretó por primera vez la marcha Paz en tu oración, de Víctor M. Ferrer Castillo.
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