Apicultores se concentran por la situación crítica del sector por los sucedáneos de miel
COAG informa a los ciudadanos sobre la necesidad de regular el etiquetado de este producto para conocer su procedencia exacta
Con trajes de apicultor y folleto en mano ha denunciado el sector apícola de COAG la crítica situación que viven los profesionales que se dedican a la producción de miel. Más de una treintena de personas se ha concentrado en ronda de los Tejares para demandar transparencia en el etiquetado de este producto, de forma que el consumidor sea consciente de si lo que está tomando es miel o un sucedáneo.
El responsable del sector apícola de COAG en Córdoba, Lorenzo Ruiz, ha explicado que "llevamos un par de meses en los que el consumidor está tomando conciencia", sobre todo "desde que han salido programas de televisión sobre la miel falsa que llega de fuera de España". De hecho, el ciudadano no sabe que "la mayor parte de la miel que hay en los supermercados es de China". Es más, Ruiz ha aseverado que "más del 80% de la miel que se consume en España es de China y otros países similares".
Para evitar un mayor auge de estos sucedáneos importados, el sector lleva tiempo solicitando a las administraciones un etiquetado más transparente, es decir, que aparezca el país de origen y no ocurra como hasta ahora, que solo se puede leer "mezcla de mieles originarias y no originarias de la UE".
El responsable de apicultura de COAG ha indicado que "Europa es deficitaria en miel". Así, ha añadido que en 2012-2013 se traían 16.000 toneladas de producto procedente del país asiático, mientras que este año han sido 32.000. Lo que refleja el auge que está viviendo este sucedáneo debido a que se vende a un precio más bajo.
Según señala COAG, desde la campaña 2015-2016, el precio de la miel en origen acumula una caída cercana al 40%. "En la actualidad, el mercado está paralizado y las pocas ofertas que recibimos los apicultores están por debajo de los costes de producción (2,65 euros). Nos levantamos cada mañana para recolectar pérdidas", apunta el manifiesto elaborado por la organización agraria.
En ese sentido, añade que la situación "es perversa; producimos una de las mejores mieles del mundo, pero la industria envasadora ha dejado de comprarla porque prefiere abastecerse de importaciones de baja calidad de China". En una década se ha duplicado la entrada de miel foránea.
Pero esta problemática no solo afecta a los apicultores sino que llega también al consumidor "porque la confusa legislación española sobre el etiquetado permite a las grandes industrias envasadoras enmascarar sucedáneos de miel, de baja calidad, sin necesidad de detallar el país de origen en el que está recolectada".
La pasada semana hubo una reunión en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación con las organizaciones agrarias y representantes de las cooperativas en la que se ha llegado a un "acuerdo serio" para el impulso de un decreto ley que obligue a que en la etiqueta aparezca el origen de la miel. Ahora, ha puntualizado Ruiz, hay que esperar que se cumplan todos los trámites.
Respecto a la próxima campaña, Ruiz ha indicado que "parece ser que viene bien", pero "la apicultura es un fenómeno muy delicado porque depende del aire, la humedad, las abejas, las flores...". En esa línea, ha agregado que "la abeja quiere mucho calor y agua, pero de aquí hasta agosto no sabemos qué pasará con el tiempo".
"La miel de los apicultores está en los almacenes, no hemos vendido la miel este año, y la venta se hace una vez al año", es decir, "llevamos desde septiembre de 2017 sin vender nada y tenemos que pagar gasoil, cera, transporte de colmenas, tratamiento y mantenimiento, personal... Y no ha entrado en la explotación ni un euro", ha aseverado.
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