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Primeros escarceos entre los ayuntamientos de la Campiña Sur cordobesa contra la absorción, por parte del Área de Gestión Sanitaria Sur de Córdoba, de la gestión de los hospitales de Montilla y Puente Genil. Numerosos alcaldes, encabezados, actualmente, por el regidor montillano, Rafael Llamas (PSOE), defienden y propugnan la implantación de una demarcación sanitaria propia en este territorio que bordea la provincia de Sevilla.
La inminente extinción de la agencia sanitaria Alto Guadalquivir y su integración en el SAS, en un procedimiento expandido en el conjunto de Andalucía, implicará, según los planes de la Junta, la unificación en el Área Sanitaria Sur de Córdoba de un sector geográfico que abarca a 260.000 habitantes. En la geografía cordobesa, con la excepción de la capital, esta cifra poblacional duplica a la atendida por el distrito Guadalquivir y rebasa, en más del triple, a los potenciales pacientes de Córdoba Norte.
Hace unos días, el pasado 21 de diciembre, la delegada territorial de Salud y Familias, María Jesús Botella, celebró un encuentro con los primeros ediles de Montilla, La Rambla, Montalbán, Montemayor, Fernán Núñez y Aguilar de la Frontera con la finalidad de diseccionar un proceso administrativo acelerado “desde hace dos años” y que el Ejecutivo andaluz cimenta en razones de “igualdad” en las condiciones laborales; “eficacia y eficiencia” en la organización sanitaria”; o “equilibrio” en la prestación de servicios.
En los últimos días, los alcaldes concernidos han intensificado los contactos enfocados a rechazar esta “macroárea” centralizada en el Hospital Infanta Margarita de Cabra. Avanzada la noche del domingo, el Ayuntamiento de Montilla convocaba para el lunes, en las puertas del recinto hospitalario del municipio, una comparecencia pública protagonizada por los regidores de Montilla, Montalbán, Moriles, Fernán Núñez y Montemayor. Problemas de agenda, según las fuentes consultadas, redujeron el acto público a una intervención individual de Rafael Llamas, junto a su edil Alicia Galisteo, y con la presencia, en segundo plano, de sus homólogos en Puente Genil y Moriles.
La “incertidumbre” y la escasa y confusa “información” suponen, a juicio de Llamas, las deficiencias de origen de esta reestructuración que aunará, en una misma entidad, a los hospitales de Montilla y Cabra; el centro de alta resolución de Puente Genil; el futuro hospital público proyectado en Lucena; 12 zonas básicas de salud; 30 centros de salud; y varios consultorios auxiliares.
En la primera escenificación de un desacuerdo que proseguirá, probablemente, con alocuciones institucionales o comunicados de la propia Mancomunidad, Llamas ha advertido de que “la presión asistencial y administrativa” que recaerá en el Infanta Margarita, a su vez, “repercutirá", posiblemente, a medio y largo plazo, en la merma de "los servicios sanitarios públicos”.
En plena sintonía con las críticas, vaticinios y alternativas planteadas por el sindicato Satse, el alcalde socialista observa “una oportunidad” basada en la instauración de un área sanitaria “propia” con el Hospital de Montilla en la cabecera. Esta opción favorecería “ganar en nivel de autogestión” y “la cercanía” al territorio. Cubriría a una población de 12 municipios y unos 104.000 habitantes.
Dos ejemplos ha verbalizado Llamas para ilustrar el temor que genera este anuncio. “Desconocemos”, iniciaba, “si cuando un enfermo necesite una mayor atención se derivará al Hospital de Cabra o, como hasta ahora, se derivará al Reina Sofía de Córdoba”. De otro lado, ha mostrado su recelo ante un hipotético cierre del paritorio de Montilla “para concentrar al personal en Cabra”.
Al “desconcierto” y a la “confusión”, en palabras de Rafael Llamas, también contribuye, ha opinado, la disparidad de criterios porque en la provincia de Jaén “sí se ha apostado por crear una nueva área de gestión sanitaria en Andújar”, dentro de una superficie “con servicios sanitarios y número de población bastante similar a nuestra comarca”.
Las primeras disensiones no provocan titubeos en una decisión de la Junta que se presume inamovible. El titular del departamento de Salud y Familias, Jesús Aguirre (PP), ha explicado que el actual modelo, que compagina la existencia del SAS y de “entes instrumentales” causa “inequidades” e impide “la movilidad, los traslados y las oposiciones” para unos profesionales remunerados con “diferentes modelos retributivos”.
Aboga Aguirre por un “sistema único” porque las “funciones” son idénticas y ha insistido en que “nadie nos pudo explicar qué de bueno o malo tenía algo que se hizo por principios de siglo”. Explícitamente ha aludido a Montilla, donde, hasta ahora, “dependía” -ha hablado en pasado- de la agencia Alto Guadalquivir y “no podía haber ese feedback de pacientes y profesionales con Cabra o el Reina Sofía”.
Para acabar con este “agravio comparativo” y a fin de lograr “el equilibrio territorial” -mismo argumento empleado, con propósito inverso por Rafael Llamas-, la Junta publicó el 6 de julio el decreto de la integración; el pasado 20 de octubre aparecía en el Portal de Transparencia el Plan de Liquidación; y, seguidamente, ha aseverado Aguirre, se han sucedido “reuniones” con los alcaldes, sindicatos y agencias públicas.
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