El Ayuntamiento de Montilla ultima la compra del Palacio de los Duques de Medinaceli

Campiña Sur

El complejo palaciego, dividido en dos, pertenece a dos propietarios, y para cerrar la adquisición hay que poner de acuerdo a una veintena de herederos

La intención del Consistorio es crear un gran polo cultural con la rehabilitación del palacio, el futuro museo del aceite, la casa de Teresa Enríquez y el convento de Santa Clara

Palacio de los Duques de Medinaceli de Montilla. / Robles

Un cartel de "Se vende" cuelga en la portada principal del antiguo Palacio de los Duques de Medinaceli, en Montilla, desde hace años. Los vecinos se han acostumbrado a contemplar el teléfono de la inmobiliaria sobre la balconada principal de la fachada, entre la piedra tallada y la forja mohosa, aunque no por ello resulta menos chocante que el principal edificio civil del municipio, testigo del paso del tiempo, se ofrezca al mejor postor sin que realmente nadie se interese. La situación está a punto de cambiar, pues el Ayuntamiento ultima un acuerdo para adquirir el monumento, según explica el alcalde, Rafael Llamas (PSOE).

La operación es compleja. El palacio, que lleva años cerrado, está dividido en dos fincas, que pertenecen a propietarios distintos; una de ellas depende de una veintena de herederos. El Consistorio lleva tiempo negociando y, según el alcalde, está a punto de acordar una cifra que se hará pública cuando todos los flecos estén cerrados. "Han sido muchas conversaciones, pero hay buena disposición y estamos muy cerca de alcanzar un acuerdo", agradece el primer edil.

El Palacio de los Duques de Medinaceli, el principal edificio civil de Montilla, está incluido en la Lista Roja del Patrimonio. La Asociación Hispania Nostra advierte de que se encuentra "en ruinas" y de que "el mal estado de conservación del inmueble lo hace peligrar". Y ello pese a que se incluye en el entorno de protección del convento de Santa Clara, declarado Monumento Histórico-Artístico en 1981 y Bien de Interés Cultural (BIC). El propio palacio se halla en proceso de ser BIC, y el alcalde recuerda que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Montilla le otorga la máxima protección, de ahí que el Ayuntamiento quiera recuperarlo. "El Palacio es una cuestión que nos preocupa", asume Llamas.

Fachada principal del Palacio de los Duques de Medinaceli de Montilla. / Robles

El inmueble se levantó entre los siglos XVI y XVII, y resiste en la confluencia de la calle gran Capitán y Llano del Palacio. En 1508, una vez demolido su castillo y residencia, los duques de Priego y Medinaceli construyeron sus nuevos aposentos nobiliarios en el denominado Llano, es decir, en la parte baja del casco antiguo de la ciudad y a espaldas de la antigua villa, en dirección a Espejo. Las obras se iniciaron en el siglo XVI, y de ellas destaca especialmente la hermosa fachada principal. Ofrece un sencillo pero monumental proyecto que todavía es deudor de la tradición manierista, aunque puede datarse en el siglo XVII.

En un extremo se localiza una interesante portada–balcón, en la que cuelga el cartel de "Se vende", acompañada de pilastras acanaladas y fragmentos de frontones con volutas, además de motivos ornamentales como ristras de frutos o mascarones. Al otro extremo queda un pasadizo en arco de medio punto que comunica con el vecino convento de Santa Clara. Su fachada en dorada piedra se articula en doble planta, con un acceso principal en el lateral derecho, que aparece ricamente ornamentado y cuyo balcón superior está flanqueado por los escudos de la Casa de Priego y Feria.

Un gran polo cultural en Llano de Palacio

La intención del Ayuntamiento, una vez adquirido y recuperado el monumento, es crear un "gran polo cultural" en torno a Llano de Palacio, un objetivo para cuya consecución el Consistorio lleva años trabajando, subraya el alcalde. En el entorno de este espacio público, y lindando con el Arco de Santa Clara, se encuentra de hecho la casa de Teresa Enríquez, cuya primera fase de rehabilitación ya ha finalizado tras una inversión de 264.987 euros.

Casa de Teresa Enríquez, en Montilla. / Robles

La construcción del Palacio Ducal de Montilla, en el siglo XVI, supuso la conformación del Llano de Palacio, espacio urbano y centro de poder del marquesado de Priego, delimitado por el palacio, que estaba comunicado con el convento, y sus dependencias anejas: caballerizas, graneros, cocheras, talleres, molinos. Actualmente, estos edificios han cambiado de uso: el cuerpo principal del palacio es el que se halla en proceso de adquisición, y el resto no tiene uso y está en mal estado de conservación. Las dependencias del lado Sur formaron las bodegas Ortiz Ruiz, donde actualmente se levanta un edificio de viviendas. Los antiguos jardines se transformaron en el Paseo de Cervantes.

A Poniente de los antiguos molinos queda un edificio de propiedad municipal, rehabilitado como oficinas, que acogerá el futuro museo del aceite. Al Norte parece no quedar ya nada de las antiguas caballerizas, más tarde ocupadas por bodegas. La transformación y pérdida parcial de los edificios originales y el propio tratamiento actual del espacio desvirtúan el carácter original del Llano de Palacio, y es un aspecto en el que el Ayuntamiento también quiere trabajar.

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