El Ayuntamiento nombrará hijo adoptivo a San Juan de Ávila
El obispo avanza que se dirigirá al Papa Francisco para que declare 2019 como Año Jubilar
El alcalde de Montilla, Rafael Llamas (PSOE), ha firmado un decreto mediante el que se ha iniciado el expediente para declarar a San Juan de Ávila hijo adoptivo del municipio, lo que anunció ayer con motivo de la recepción ofrecida en el Consistorio al cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, que visitó el municipio con motivo de la festividad del Doctor de la Iglesia.
Llamas explicó que este nombramiento "se enmarca dentro de la celebración durante 2019 del 450 aniversario de la muerte del maestro Ávila, que acaeció en Montilla el 10 de mayo de 1569, y será una buena oportunidad para difundir su figura no sólo entre los montillanos, sino también de forma universal". Así, el Ayuntamiento "trabajará para que el próximo año sea el año de San Juan de Ávila en Montilla".
El alcalde destacó durante la recepción al cardenal Omella la "fructífera relación que tuvo San Juan de Ávila con Montilla hasta su fallecimiento, dejando constancia del peso intelectual ejercido desde Montilla a la hora de comprender el pensamiento europeo, marcado, entre otros, por el Concilio de Trento, en cuyo contexto la obra del maestro Ávila es clave".
El cardenal arzobispo de Barcelona, por su parte, expresó su alegría por poder participar en los distintos actos organizados en Montilla con motivo de la festividad del patrón del clero secular en esta jornada. En este sentido, realzó "la labor evangelizadora que realizó San Juan de Ávila en el Concilio", que fue "realizada desde dentro, desde el corazón de los sacerdotes y cristianos, un camino que de alguna manera el Papa Francisco, con sus acciones, también quiere realizar, llegando al corazón de los cristianos".
Durante el acto, por su parte, el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, avanzó que se va a dirigir al Papa Francisco para que el próximo año, con motivo del 450 aniversario de la muerte de San Juan Ávila, sea declarado Año Jubilar, "para que haya peregrinaciones como en otras ocasiones se ha hecho, tanto desde la Diócesis como de quienes quieran venir desde otros lugares". El prelado señaló que, por este motivo, se van a organizar distintas actividades en torno al sepulcro de San Juan de Ávila, que se encuentra en la Basílica en honor de este maestro universal de la Iglesia Católica.
Tras la recepción en el Ayuntamiento, el cardenal Omella tuvo oportunidad de conocer la casa en la que vivió durante los últimos 15 años de su vida y en la que falleció San Juan de Ávila, para posteriormente dirigirse hasta la basílica, donde participó en la misa allí celebrada.
Durante la homilía, animó a poner el "amor en el centro de toda actividad apostólica, porque no existe mejor plan pastoral que el amor" y les deseó a los sacerdotes asistentes fuerza, alegría y paz para afrontar la labor pastoral, porque "el Señor te eligió a ti y a mí, por lo que damos gracias".
Además, monseñor pidió a los sacerdotes diocesanos que se dejen interpelar por Dios y ante el balance de su ministerio, se pregunten: "¿He sabido encarnar el sacerdocio de Cristo?". Al hilo de esto, les recordó que "estamos llamados a llevar a Dios en el corazón", lo que nos permite "alcanzar la paz y la felicidad". Finalmente, animó al clero diocesano a vivir en la esperanza porque "el amor siempre produce frutos" y les ofreció seguir siendo ejemplo de entrega "valiente y generosa". Antes de culminar la celebración, el cardenal tuvo un recuerdo para los sacerdotes fallecidos en este último año (un total de 12) y felicitó a los ocho sacerdotes que este año cumplen 25 y 50 años de ministerio sacerdotal.
Para culminar la jornada, el clero cordobés se concentró en el Teatro Garnelo, donde Juan José Omella ofreció una conferencia centrada en la exhortación apostólica Evangelii gaudium, en la que defendió ante los sacerdotes diocesanos que las parroquias son "oasis de fraternidad" y ahondó en la idea del Papa Francisco de la vigencia de las iglesias, porque "no están caducas", ya que las personas necesitan hablar y "tenemos que escucharlos". Asimismo, el cardenal instó al clero diocesano a que "tengan una visión positiva del mundo de hoy", y además, insistió en promover en la sociedad un "sentido de amor" porque la gente "tiene hambre de una sociedad nueva".
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