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El Ayuntamiento de Baena, en colaboración con la Universidad de Córdoba (UCO), va a implantar en la localidad un sistema novedoso de control de palomas para evitar los problemas que estas aves están creando tanto en edificios públicos como en casas particulares, al tiempo que permita proteger a estas especies.
Con motivo de la puesta en marcha de este proyecto, el profesor de Zoología de la UCO, Alberto Redondo, ha subrayado que “el tema de las palomas preocupa mucho porque se trata de una biodiversidad en la ciudad que es muy importante y que debe protegerse y conservarse, pero evitando los problemas que producen y que incluso pueden llegar a ser de gravedad con temas sanitarios”.
En opinión de Redondo, “este proyecto trata de compaginar las dos cosas” y ha detallado que lo primero que hay que hacer es “asesorar a los ciudadanos” y ha dicho que entre las opciones que se pueden llevar a cabo están el uso de mallas o las capturas con jaulas trampas, si bien “se ha demostrado que tienen un rendimiento limitado”.
Ante este hecho, el investigador de la institución universitaria cordobesa ha explicado que “surge la posibilidad que se ha visto que es eficaz en otras ciudades de que cuando hay una casa en que entran las palomas y que la usan como un palomar, utilizarlas como sitio de captura y gestión en colaboración con el ciudadano para acondicionar esos espacios para que puedan entrar y una vez dentro se puedan reubicar y poco a poco sacar de allí”.
Redondo ha indicado que lo primero que hay que hacer es “localizar estas casas y gestionar el problema de manera sensata”, si bien ha insistido en que para ello “es necesaria la colaboración con los vecinos” para “buscar formas de reubicarlas e incluso castrarlas”.
De otro lado, la alcaldesa de Baena, María Jesús Serrano (PSOE), ha insistido en el “problema actual que existe con las palomas zuritas que colonizan edificios públicos y viviendas particulares creando problemas en el patrimonio y en los propietarios de las casas” y ha informado de que “desde el Ayuntamiento pusieron en marcha en 2023 un contrato con una empresa para atajarlo”.
Serrano ha dicho que “la empresa está trabajando bien pero estas labores están resultando insuficientes y cada día hay más demandas de vecinos que llaman diciendo que no saben qué hacer”, de ahí que hayan buscado esta colaboración con la universidad en la que tienen “plena confianza”.
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