La devoción de todo un pueblo
Lucena
Pese a la jornada desapacible, la Virgen de Araceli ya está en Lucena tras una 'Bajá' que congregó a miles de personas en la Sierra de Aras
Fiel a su tradición, y pese a coincidir con el Domingo de Resurrección, Lucena ha cumplido un año más con la tradición de la Bajá de la Virgen de Araceli, patrona del campo andaluz, un celebración que no impidió ni el día desapacible ni la fina lluvia que hizo acto de presencia durante parte del recorrido, hasta el punto de que la cofradía optó por colocar un plástico al paso para evitar daños.
Desde por la mañana ya había ganas de celebración en Lucena y poco a poco la Sierra de Aras se fue llenando de devotos para acompañar a su Señora.
Tras los actos religiosos, y cuando el reloj marcaba las 15:00, la Virgen inició el camino de bajada acompañada por miles de personas, sobre todo de muchos jóvenes, que con sus cánticos iban animando a los santeros en su tarea de portar a la patrona.
A mitad del camino comenzaron a abrirse los primeros paraguas, pero los aracelitanos seguían a lo suyo y ya empezaban a divisar la extensa campiña de la que es patrona y Lucena. Pero hubo que esperar, como manda la tradición, hasta las 19:00 para que el paso entrara en la localidad por la Puerta de la Mina.
El relevo –emocionado– de la corte aracelitana dio paso a la entrada triunfal de la Virgen. A partir de ahí: mucha emoción, cantes, lágrimas, pétalos desde los balcones y un río humano que acompañaba a la imagen por puntos emblemáticos, como la calle Maquedano, mientras que los cohetes y campana iban anunciando que la patrona ya estaba en la ciudad, que ya estaba en su casa.
El recorrido por las calles históricas del municipio tuvo uno de sus puntos álgidos en la plaza Nueva y en el templo de San Mateo, donde la Virgen de Araceli permanecerá hasta la romería de subida, ya en el mes de junio. Todo ello después de una jornada marcada por el fervor, la fiesta y la devoción de todo un pueblo a su patrona.
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