Cáritas evita el desahucio judicial de una familia tras pagarle el alquiler

Cabra

La entidad abona 2.600 euros que los afectados debían a la propietaria del inmueble

Francisco Caballero en las instalaciones del comedor que gestiona Cáritas en Cabra.
Francisco Caballero en las instalaciones del comedor que gestiona Cáritas en Cabra.

La intervención de Cáritas de la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán evitó en la mañana de ayer la ejecución de un desahucio por orden judicial, ya que los inquilinos de la vivienda mantenían una deuda con la propiedad que ascendía a 2.600 euros por el impago de varias mensualidades. Esta acción ha sido posible después de que el párroco de este templo egabrense, Francisco Caballero, conociese a través de la propia madre de familia -aconsejada por varias personas cercanas- la situación que atravesaban, lo que provocó que el equipo de la organización católica estudiara el caso y decidiera actuar a favor de estos vecinos.

Es el primer caso de este tipo que se presenta desde que comenzó la andadura de este colectivo católico en la parroquia, aunque el sacerdote sí ha manifestado que son muchos los pagos de cuotas de alquiler y de letras hipotecarias que efectúan cada mes. "Cuando termine esta conversación hay una persona esperando para que le paguemos el alquiler", indicó Caballero a modo de ejemplo ayer a El Día. El sacerdote también recordó que han sido más de 23.000 euros los que Cáritas destino en 2012 a este capítulo de gastos inmobiliarios y de mantenimiento de viviendas, ya que además de saldar deudas bancarias la organización apoya a las familias más necesitadas en el pago de recibos de electricidad, agua, residuos, impuestos municipales, seguros agrícolas y ayudas a estudiantes, entre otras actuaciones.

"La dueña del piso, realmente, ha actuado muy bien", declaró el párroco de Santo Domingo y responsable del centro social de Cáritas, Francisco Caballero, quien informó de que el pago de la cuantía se efectuó el pasado miércoles y la propietaria se ofreció a volver a arrendar su inmueble a la familia "para que no tuvieran que empezar a buscar piso". Los recursos económicos con que cuentan para realizar todas estas acciones sociales son aportados "únicamente por los feligreses de la Parroquia", a través de donativos, suscripciones, las colectas de los terceros domingos de mes "y de algunas personas que a lo mejor no viven ni siquiera aquí en Cabra pero que nos ayudan porque están muy identificados con el trabajo que realizamos", afirmó el sacerdote, quien precisó que no reciben "nada de ninguna otra institución".

Cáritas Santo Domingo atiende cada día a una media de 60 personas en su comedor social, donde además de almorzar tienen la posibilidad de asearse y conseguir asesoramiento en distintas materias como la reinserción laboral o la planificación familiar, como a mujeres embarazadas con riesgo de aborto. Asimismo, unas 215 personas reciben lotes mensuales de comida que también incluyen productos perecederos para facilitar la manutención, ya no solo de los cabezas de familia sino, en muchos casos, de sus hijos. "A los padres les indicamos que cuando vengan no lo hagan con los niños, porque no entienden lo que pasa ni la situación que se vive a su alrededor", explicó el párroco quien ha puntualizado que cuando acuden a las instalaciones "se les da un trato exquisito" ya que "lo que viven en su casa se nos escapa y, al menos, el rato que pasan aquí están bien", apostilló.

Para prestar este servicio la parroquia cuenta con un amplio equipo de voluntarios que "generosamente, sin cobrar absolutamente nada, dedican su tiempo y su preocupación en ayudar a los demás". Se dividen diariamente en equipos de siete componentes que se ocupan de la cocina, el servicio del comedor y la limpieza del centro, movilizando a un total de 60 personas.

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