El Castillo de Luque resurge de su ruina: así avanzan las obras de recuperación de la fortaleza
Subbética
La fortaleza se va a convertir en "el motor de nuestro desarrollo turístico", subraya la alcaldesa
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El Castillo de Luque o de Hisn Lukk está inmerso en sus trabajos de rehabilitación más importantes hasta la fecha y que, al fin, permitirán su apertura al turismo. Las obras que desarrolla la empresa Hermanos Campano desde finales de 2021 suponen una inversión global de 917.322,05 euros fruto de la colaboración entre el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, que aporta el 75% gracias al plan del 1,5% cultural, y el Ayuntamiento luqueño.
La intervención, que devolverá el esplendor a esta atalaya enclavada en plena comarca de la Subbética, avanza a buen ritmo y ya pueden conocerse algunos resultados: "Estoy segura de que pronto podremos abrirlo al público y, viendo todo lo que he visto, estoy convencida de que el esfuerzo está mereciendo la pena y que nuestro Castillo se va a convertir en el motor de nuestro desarrollo turístico", ha subrayado la alcaldesa, Felisa Cañete (PSOE), quien este lunes ha mantenido una reunión con el equipo director y con la empresa.
Castillo roquero, infranqueable por tres de sus lados, consta de dos grandes torreones y tres lienzos de murallas que defienden el acceso a su interior por medio de una entrada recodo y una puerta que en su día fue levadiza y que pronto volverá a abrirse.
El monumento, que resurge de las ruinas, es el símbolo de la localidad cordobesa, que roza los 3.000 habitantes y que desde principios del siglo XXI pone todos sus esfuerzos en recuperarlo. Así, en la primera década de este siglo se realizaron unas pormenorizadas excavaciones arqueológicas por parte de Ángel Rodríguez, que sentaron las bases de la futura restauración, como ha explicado el Ayuntamiento.
Los sucesivos estudios han permitido desvelar que en el cerro del castillo se estableció población desde el Neolítico y el Calcolítico. Y gracias a la arqueología también se sabe que en la Edad del Hierro hubo un asentamiento, como atestigua una cerámica ibérica con decoración a la almagra en el Museo Municipal y el resto de un muro de tapial.
Otra intervención arqueológica descubrió unas pilas de decantación romanas, lo que demostró que en este emplazamiento hubo población ininterrumpidamente desde el final de la Edad de la Piedra hasta los primeros siglos después de Cristo.
Aunque para hallar la primera referencia escrita al castillo de Luque hay que esperar hasta el siglo IX, en el que se le vincula a Ben Mastana y las revueltas muladíes. No obstante, la mayor parte de lo que hoy día puede verse se debe a la ampliación feudal realizada a finales del siglo XIII y en el XIV.
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