El Castillo del Névalo, un Olimpo casi inalcanzable en la Sierra Morena cordobesa
Patrimonio histórico
El Ayuntamiento de Villaviciosa de Córdoba solicita a la Junta que acondicione la calzada califal que facilita el acceso de senderistas a la fortaleza
El puente califal abandonado en plena Sierra Morena
La Sierra Morena de Córdoba está moteada de patrimonio histórico de gran valor pero que en muchas ocasiones es inaccesible y su estado de conservación, deficiente. Es lo que ocurre con el Castillo del Névalo, en el término municipal de Villaviciosa de Córdoba, una especie de Olimpo para los senderistas de la provincia de Córdoba que se yergue sobre una espectacular cumbre aislada a 811 metros de altitud.
A las ruinas, de época califal, se llega siguiendo una calzada del mismo periodo que es única en la Sierra cordobesa y que ahora mismo se encuentra devorada por la vegetación, como lamenta el Ayuntamiento corchúo, que ha requerido a la Junta de Andalucía que intervenga para que la accesibilidad sea mejor. "Ha habido escritos que iban y venían. El problema es que, cuando se inicia una legislatura y entra un nuevo equipo de gobierno, hay que recomenzar", dice la alcaldesa, Gema Elena González (PSOE).
El propósito del Consistorio es que la administración autonómica, titular del bien, realice labores de desbroce y limpieza para que la antigua calzada quede expedita y resulte transitable para los senderistas. "No se está pidiendo la rehabilitación del Castillo ni algo muy costoso; son labores sencillas de mantenimiento", subraya la primera edil.
El Castillo de Névalo, de pequeñas dimensiones, se alza como una atalaya con inmejorables vistas sobre la sierra de Casas Rubias. En el conjunto ruinoso destacan dos torres: una más elevada, aislada del muro, y otra que ocupa el centro del patio de armas, donde también existe un aljibe al que se puede acceder, aunque el abandono del lugar no permite desplazarse fácilmente dada la vegetación que espontáneamente crece con vigor. Probablemente, existiría caserío y minas nacidos al amparo de esta fortaleza, como lo testifican los vestigios y escorias de mineral. Y ello justificaría también la información o rápida visita que al-Idrisi tuvo de este castillo y del carácter minero de la zona.
Desde él, como bien indicaba Casas-Deza, se divisan los castillos de El Vacar (Espiel), Belmez y Almodóvar del Río. Desde las alturas se contemplan tierras de las provincias de Badajoz, Sevilla, Granada o Ciudad Real.
La forma más sencilla de llegar hasta él es tomar la carretera que conecta Villaviciosa de Córdoba con la vecina Villanueva del Rey. A unos tres kilómetros, a la izquierda, parte un carril asfaltado, indica el portal especializado Wikiloc. Se pasan varios cortijos, y hay que continuar hasta el final, marcado por una edificación junto a la cual crece un eucalipto de grandes dimensiones. A la izquierda, queda entonces un cerro coronado por la fortaleza. A simple vista no se divisa bien, ya que el estado ruinoso le ha restado altura y se confunde con la piedra del monte. Es el momento de seguir a pie.
Para marchar monte arriba, se puede usar un cortafuegos, pues en esta zona la vegetación es muy espesa y dificulta los movimientos. Cuando se alcanza el punto más alto, hay que girar a la derecha y caminar siempre hacia la cima. Esta parte del recorrido es la más dificultosa, tanto por el desnivel que hay que salvar como por los matorrales; con esfuerzo, al fin, se llega a los lienzos de muralla de la fortaleza. A la vista se extienden kilómetros y kilómetros de sierra salpicada por cortijos blancos. Y, si la ruta se hace a finales de septiembre, no es complicado escuchar el espectáculo de la berrea del ciervo.
Temas relacionados
No hay comentarios