Centenares de inmigrantes vagan por Baena y Montoro en busca de trabajo
Los afectados, incapaces de encontrar un jornal en el campo, se ven obligados a dormir en la calle · En Montoro, la Policía y la Guardia Civil han desalojado dos asentamientos de 150 extranjeros
Refugiados en cortijos abandonados, apiñados en pisos, acurrucados en lavaderos de coches o simplemente al raso. Así están pasando las últimas noches centenares de inmigrantes que desde hace una semana vagan por los pueblos olivareros de la provincia en busca de un trabajo que no acaban de encontrar. Y cada día que pasa es peor. Según ha podido comprobar El Día, la situación dramática que está provocando la falta de trabajo se ha extremado en Baena y Montoro.
En Baena, el centro de atención al inmigrante de la Cruz Roja está desbordado. Sus instalaciones, a pesar de sus ajustadas dimensiones, deben atender a cerca de 200 personas cada día. Los alrededores de la Cruz Roja presentan una dolorosa estampa repleta de inmigrantes cargados con mochilas y maletas, que no tienen dónde ir ni dónde pasar la noche.
Durante muchas noches, varias decenas de extranjeros han dormido en un lavadero de coches ubicado justo en frente del puesto de Cruz Roja. Según ha podido saber este periódico, ante esta situación, el responsable de la iglesia evangélica en Baena les ofreció su sede de reuniones donde "al menos podían contar con un techo que les protegiese del frío", según relataba un joven de origen senegalés. "Ya no cabe nadie más, calculo que somos unos 30", expresaba este subsahariano, que añadía que "dormimos aquí pero por el día nos acercamos hasta Cruz Roja por si alguien va a buscar a gente para poder trabajar y para que nos den de comer". "Si no encontramos nada, nos tendremos que ir a buscar a otro sitio", concluyó.
En Montoro, la situación no es mucho mejor. El lunes, la Policía Local -que contó con el apoyo de la Guardia Civil- participó en el desalojo de medio centenar de personas que vivían hacinadas en un piso en el que aguardaban a que alguien les diera trabajo. El miércoles, Renfe denunció un asentamiento ilegal en las inmediaciones de sus vías y a la altura del casco urbano de Montoro. La Guardia Civil, que ejecutó un desalojo que se produjo de manera pacífica y voluntaria, llegó a contar a más de 100 personas. Ahora, muchas se han marchado a otros municipios a probar suerte -Adamuz, Villa del Río, Bujalance y Villafranca-, mientras que la mayoría vaga por la ciudad y busca lugares abandonados donde poder pasar la noche y refugiarse del frío.
La presión de la llegada masiva de extranjeros en busca de trabajo en la campaña de la aceituna también afecta a Lucena, pero en menor medida. Según fuentes de la Concejalía de Servicios Sociales, en el casco urbano se localizan al menos dos asentamientos de extranjeros que en su inmensa mayoría no tiene empleo: uno en el polígono industrial Los Santos y un segundo, y mucho más extenso, en las instalaciones de una antigua cooperativa junto al nuevo recinto ferial de Lucena. Aparte, fuentes de la Policía Local han precisado que la mayoría de los inmigrantes que han viajado hasta Lucena para la campaña agrícola "se ayudan los unos a los otros" y "se hacen sitio en los pisos que ya poseen", por lo que salvo los dos asentamientos irregulares, casi nadie pasa la noche al raso.
Pero el problema no sólo se localiza en la provincia. En la capital, el drama de los jornaleros sin trabajo se comprueba cada noche en la estación de tren. Allí, cuando los AVE dejan de pasar, duermen unas 30 personas que esperan salir hacia algún sitio en el que encontrar trabajo. Desde Córdoba Acoge, una de sus trabajadoras, María Luisa García Aragonés, constata esta realidad y explica que "nos piden dinero para comprar billetes y marcharse a buscar trabajo". Esta ONG dispone de una especie de bolsa de trabajo para empresarios que busquen mano de obra. Pero este año, "no nos ha llamado ningún empleador y cuando somos nosotros los que los llamamos nos dicen que ya tienen sus necesidades abastecidas. La situación es dramática", concluye la trabajadora de Córdoba Acoge. La teniente de alcalde de Asuntos Sociales del Ayuntamiento cordobés, Ana Moreno, dijo ayer que se está preparando un mecanismo de respuesta en la capital en caso de que se incremente el problema, que ahora mismo se circunscribe a las personas en tránsito.
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