Cientos de vecinos de Montilla se echan a la calle contra la orujera: "Con el pueblo unido, el humo será vencido"

Campiña Sur

La Plataforma Ciudadana por un Aire Limpio exige que se tomen "medidas inmediatas" para frenar la emisión de gases

La manifestación de los vecinos de Montilla contra la orujera, en imágenes

Ecologistas pide el cierre cautelar de la planta por su cercanía a zonas pobladas

Manifestación contra la orujera en Montilla.

Cientos de vecinos de Montilla -un millar, según la organización- se han sumado este viernes a la manifestación convocada por la Plataforma Ciudadana por un Aire Limpio como protesta contra las molestias causadas por las emisiones de la orujera de Oleícola El Tejar, ubicada en el vecino municipio de Espejo. El portavoz de la plataforma, Rafael Ruz, ha subrayado que los problemas han ido en aumento en los últimos meses coincidiendo con la campaña de la recogida de la aceituna, de manera que en determinadas jornadas, dependiendo de la dirección del viento, el humo penetra en el casco urbano y el olor a aceite quemado lo invade todo.

La plataforma ciudada ha exigido a la empresa y a la Junta de Andalucía, que dio el visto bueno al informe de impacto ambiental, que "tomen "medidas inmediatas" para solucionar la emisión de gases. La manifestación ha partido del centro de salud y ha terminado en la plaza del Ayuntamiento tras recorrer la avenida de Andalucía y la Puerta de Aguilar.

A la protesta se han sumado el alcalde, Rafael Llamas (PSOE), y diferentes concejales del equipo de gobierno, así como responsables de diferentes partidos políticos, como el candidato del Partido Popular, Federico Cabello de Alba, y la candidata de Izquierda Unida, Rosa Rodríguez.

También ha habido representantes de asociaciones y colectivos, aunque los protagonistas en esta ocasión han sido los vecinos, de todas las edades, algunos de los cuales han acudido con pancartas en las que se podían leer lemas como "Que no te engañen, nos están envenenando", "Aire limpio para Montilla" o "Los niños queremos un aire limpio". Algunos niños han hecho ruido con tambores y se han coreado cánticos como Orujera, atenta, Montilla se presenta o Con el pueblo unido, el humo será vencido.

La plataforma ha lamentado que no existe "ningún feedback" con la empresa, que tiene autorizados hasta siete focos de emisiones, aunque los más visibles son las dos grandes chimeneas que despuntan sobre las lomas la campiña, sembradas de cereal, vid y olivar. Por un Aire Limpio ha advertido de que, a partir de ahora, y tras tener suficiente conocimiento de la actividad de la fábrica, pondrán el "pie en el acelerador" hasta lograr que "se tomen las medidas adecuadas para frenar las emisiones".

El calendario de movilizaciones incluye una recogida de firmas que ya ha comenzado y que, hasta el momento, ha logrado el respaldo de más de 1.500 personas. Y en los próximos días se anunciarán nuevas medidas de presión.

La semana pasada, el Ayuntamiento ya informó de “diversas actuaciones a nivel administrativo” para solucionar los “intensos humos procedentes” de la planta. La concejala de Infraestructuras y Medio Ambiente, Raquel Casado, concretó que se han pedido “información a la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul para conocer diversos aspectos del funcionamiento de la orujera”, al tiempo que se está trabajando en un que se trasladará a la Junta para comunicar "los inconvenientes que produce esta planta a la población montillana”.

“Son varios los aspectos en los que el Ayuntamiento de Montilla no está conforme con las autorizaciones de la orujera”, advirtió. Uno de los motivos son los “patrones de viento autorizados que no se ajustan a la realidad” y que la distancia a la que se encuentra la orujera de Montilla “es inferior a la que se recoge en dicha autorización”, a lo que se añade el impacto del “penacho de humo de la orujera a nivel turístico, empañando la campiña”.

La Junta, por su parte, ha comunicado que se procederá a la aplicación de unos filtros que minimicen los daños, mientras que el Consistorio ha pedido que mientras tanto se paralice la actividad, lo que no se ha producido.

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