Conocer la bravura en La Castilleja

El Ayuntamiento organiza una actividad titulada 'Un día en el mundo del toro'

R. C. M.

18 de junio 2011 - 05:01

Ir a una corrida de toros es fácil, sólo hay que pagar la entrada. Apostarse junto a la puerta de cuadrillas y ver llegar a los toreros, tocarlos e incluso hablar con ellos o hacerse una foto junto a los bordados de los matadores, tampoco es complicado. Sólo hay que estar allí media hora antes de que comience el festejo. Pero visitar una ganadería, si no se tienen amistades, cercanía con el propietario o algún tipo de influencia es misión casi imposible. Últimamente, las ganaderías se están abriendo al público en general y debe ser así para que trascienda la labor de quienes crían el elemento principal de la lidia: el toro. Ayer, la ganadería de La Castilleja, un hierro legendario que cumple 100 años, abrió sus puertas a una actividad organizada por el Ayuntamiento de Pozoblanco titulada Un día en el mundo del toro. Unas 50 personas pudieron disfrutar de una agradable tarde en el campo viendo toros, cerrados, apartados y corrales, todo ello en el incomparable marco de la dehesa, que se mantiene en parte gracias a la labor de quienes conservan sus ganaderías en estos amplios espacios naturales.

A las 19:00 esperaba el ganadero, Antonio García Galán, a quienes iban a participar en la primera parte de esta actividad, que continúa hoy en la plaza de toros de Los Llanos. Puntual, el autobús que llegaba desde Pozoblanco hizo su entrada en esta finca situada en las cercanías de Peñarroya-Pueblonuevo. Ya desde el carril que conduce al cortijo se pueden apreciar las vacas madres en los distintos cerrados de la finca y el ánimo de los aficionados que acudieron a la cita se fue caldeando. Luego, tras los preceptivos saludos se dispuso un remolque en el que montaron los visitantes para recorrer los cerrados donde se encuentran algunas de las corridas que lidiará La Castilleja en próximas fechas, como son las de Zamora y Toledo, dos plazas de segunda categoría. Tras la visita a los cerrados, los visitantes recorrieron las instalaciones del cortijo y el ganadero explicó que hoy hay herradero, por lo que eso facilitaba que quienes se habían desplazado hasta Las Castilleja vieran buena parte de la camada de añojos que esta mañana serán marcados a fuego con el hierro de la casa, los números y los guarismos. A la visita siguió un recorrido por el interior del cortijo, que está lleno de recuerdos de esta emblemática ganadería cordobesa. Los participantes en la actividad pudieron ver carteles, cabezas de toros indultados, de sementales clave en la historia de esta ganadería y un sin fin de recuerdos que la familia García Galán conserva como oro en paño.

Y como suele ocurrir en este tipo de encuentros, al recorrido por las instalaciones siguió una animada conversación entre los aficionados y el ganadero. Primó en la charla sobre los criterios de selección que se siguen en una ganadería como esta, que ha lidiado en las principales plazas de España. Actualmente, La Castilleja, que ha estado en la pasada Feria de Mayo, es una de las ganaderías predilectas para rejones. Hermoso de Mendoza la ha elegido entre una de sus predilectas por las condiciones de sus toros.

La actividad Un día en el mundo del toro continúa hoy con una visita a la plaza de Pozoblanco y una mesa redonda en la que intervendrán el matador de toros Rafael Jiménez Chiquilín, el crítico taurino Salvador Giménez y el redactor jefe de El Día, Francisco Javier Domínguez.

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