Cruz Roja constituye en Córdoba sus primeros equipos de respuesta básica de emergencias
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Alrededor de una treintena de personas de Palma del Río, Pozoblanco y Montilla integran por ahora estos equipos, concebidos para atender emergencias locales
Cruz Roja ha constituido en la provincia sus primeros equipos de respuesta básica en emergencias (ERBE), una herramienta novedosa impulsada por la institución humanitaria para atender desde el primer momento y desde la proximidad cualquier situación extraordinaria que pueda darse en los ámbitos locales.
Alrededor de una treintena de personas de Palma del Río, Pozoblanco y Montilla integran, por ahora, estos equipos, concebidos “para atender emergencias locales, de proximidad; desde el municipio y para el municipio”, tal y como explica Nerea Casas, responsable provincial de Socorros y Emergencias de la entidad.
El propósito de Cruz Roja es, poco a poco, ir implantando este sistema -para el que la organización cuenta con el apoyo de Emergencias 112 Andalucía- en todos los municipios cordobeses donde dispone de asamblea local. A los tres ya mencionados hay que sumar Baena, Córdoba, Hinojosa del Duque, Lucena, Peñarroya-Pueblonuevo, Priego de Córdoba, Puente Genil, Rute y Villanueva de Córdoba.
Desde el reparto de mascarillas a la atención a víctimas de una emergencia local: todo puede ayudar a una población que acaba de vivir una situación de alarma, y que en algunas ocasiones no requiere más que de un vecino o vecina preparado y dispuesto a ayudar con una manta, colaborando en la búsqueda de una persona desaparecida, apoyando en la limpieza después de una inundación o con una bebida caliente a tiempo.
Esa es la filosofía y base fundamental de los ERBE de Cruz Roja, unos equipos dotados de herramientas que junto a su afán de ayudar y el valor extra que aporta la proximidad al lugar donde ha ocurrido un contratiempo, consiguen materializar una ayuda de manera rápida y flexible con gran proyección, sobre todo, en lugares disgregados donde se tarda en intervenir.
Aunque la respuesta básica siempre ha existido, su disposición en forma de equipo es relativamente novedosa dentro de Cruz Roja, que en los últimos años trabaja en crear una herramienta formal e integrarla en los Planes Municipales de Emergencias (PEMU). Catástrofes como la borrasca de Filomena o la pandemia del covid-19 han puesto de manifiesto su potencial importancia y necesidad.
Atienden las primeras necesidades de las víctimas de una emergencia: se dan primeros auxilios físicos y psicológicos, se trabaja en la búsqueda de personas desaparecidas, se colabora en la limpieza de viviendas en inundaciones, en la atención a personas de poblaciones afectadas por un incendio, o se distribuyen productos de primera necesidad.
Así ha ocurrido en los últimos meses en la búsqueda de Traspinedo, en la que Cruz Roja participó con 40 personas voluntarias procedentes de ocho pueblos diferentes de la comarca de Valladolid, en Ceuta, donde 20 personas participaron en la búsqueda de otra persona desaparecida, o en los recientes incendios que asolan el país, y en especial el centro y noroeste de la península, como por ejemplo los incendios forestales en la Sierra de la Culebra, en la provincia de Zamora, donde participaron diferentes ERBE de la misma provincia y otras provincias de Castilla y León.
Son ya más de 10.600 personas atendidas, y cerca de 900 personas de Cruz Roja movilizadas para atender a todas las personas afectadas por los incendios forestales. Pero en el último año, también han dado asistencia a los transportistas que durante la borrasca Filomena quedaron atrapados en carretera, o han colaborado en la limpieza de casas anegadas por el agua de las inundaciones ocasionadas por una DANA en Alicante.
“Partimos de la planificación, la cercanía y el conocimiento del territorio y la población ya que conocemos las redes de infraestructuras, o los peligros climatológicos y otros riesgos que nos afectan en la zona, por eso funciona y los resultados se ven”, asegura Casas. “Si hay una incidencia, estamos preparados. Siempre hay un equipo de retén, y si hay un aviso o una alerta estamos en movimiento en 15 minutos”, ha añadido.
Planificación, vocación de ayuda y cercanía son algunas de las claves para que los Equipos de Respuesta Básica en Emergencias se estén convirtiendo en una herramienta imprescindible más de ayuda ante emergencias y pequeños desastres en cualquier parte, que permiten prevenir y mitigar los efectos en las personas a nivel local, insular o comarcal.
Activación de otras capacidades especializadas
Actualmente, Cruz Roja cuenta con 38 territorios con equipos de Albergue Provisional, 17 de Asistencia Sanitaria, 17 de Atención Humanitaria a Inmigrantes, nueve de Búsqueda y Salvamento en el Medio Acuático, 13 de Búsqueda y Salvamento en el Medio Terrestre, 12 de Comunicaciones y coordinación, y 45 de Intervención Psicosocial. Más de 16.500 personas participan en todo el país en estos equipos de respuesta en emergencias.
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