Endesa detecta 40 enganches ilegales a la red eléctrica cada semana en la provincia de Córdoba
Fraude
El fraude vinculado a las plantaciones de marihuana aumenta y sumó 1,3 millones de kilovatios el año pasado
Un enganche ilegal para marihuana consume tanta electricidad como 80 viviendas
Endesa refuerza la red eléctrica en el centro de Córdoba
Los enganches ilegales a la red eléctrica son una práctica más habitual de lo que parece. Endesa, a través de su filial de Redes e-distribución, abrió en el último año 2.087 expedientes de fraude, lo que supone una media de 40 por semana en el conjunto de la provincia de Córdoba. Estos servicios sin permiso sumaron 14,5 millones de kilovatios hora defraudados, de los que 1,3 millones se encuentran vinculados a las plantaciones de marihuana, según ha concretado este miércoles la compañía.
En el conjunto de España, tan solo en 2022 se cerraron 55.167 expedientes de fraude, lo que supone una media superior a 150 al día, con un peso creciente de los casos relacionados con plantaciones de marihuana. Las estimaciones indican que el consumo anual de electricidad de manera ilegal para alimentar estas plantaciones de marihuana asciende a 2.200 gigavatios hora, el equivalente al consumo de la ciudad de Sevilla en un año.
“Estas cifras evidencian la dimensión de una práctica ilegal que pone en grave riesgo la seguridad de los ciudadanos, provoca el deterioro de la calidad de suministro de los vecinos y encarece la factura de todos los consumidores. Endesa es consciente de la magnitud del problema y reitera su disposición a colaborar con administraciones, instituciones y fuerzas de seguridad para buscar soluciones”, ha señalado José Manuel Revuelta, director general de Redes de Endesa.
El fraude eléctrico genera "importantes perjuicios" en los entornos en los que se produce. Así, la compañía ha destacado que provoca cortes de luz en zonas con alta saturación de casos, incendios y descargas que pueden afectar tanto al que manipula la instalación eléctrica como a los que le rodean con consecuencias muy graves que pueden derivar incluso en la muerte.
Los problemas se hacen especialmente evidentes en las zonas donde se concentra el fraude vinculado a las plantaciones de marihuana en el interior de viviendas o edificios, conocidas como plantaciones indoor. Los datos del Anuario Estadístico del Ministerio del Interior indican que en 2021 se decomisaron en España más de 3,3 millones de plantas de cannabis, un 96% más que en el año anterior y un 240% más que en 2018, de los que una parte importante correspondieron a plantaciones indoor.
Durante el pasado año Endesa desmanteló, en colaboración con las Fuerzas de Seguridad, en torno a 1.800 fraudes para alimentar plantaciones de marihuana, lo que supone una media de cinco cada día. El número de fraudes vinculados a plantaciones supuso el 3,2% sobre el total gestionado el pasado año, pero concentraron el 28% de la energía defraudada, con un incremento interanual del 7,8%, lo que evidencia el alto consumo de estas instalaciones y la distorsión que generan en la red de distribución eléctrica de las zonas donde se ubican.
Cada plantación consume, de media, como 80 viviendas. Los sistemas de iluminación y ventilación utilizados para acelerar el crecimiento de las plantas necesitan electricidad las 24 horas del día y la obtienen mediante enganches ilegales que provocan situaciones de gran riesgo eléctrico. Estas sobrecargas hacen que actúen las protecciones de los centros de transformación o que se quemen líneas subterráneas o incluso centros de transformación afectando a los vecinos de las zonas próximas.
Consecuencias en el suministro
Cada vez que se funde un fusible por la sobrecarga de la red hay que reponerlo para poder recuperar el suministro, pero para realizar el cambio hay que esperar a que el centro de transformación baje de temperatura, lo que retrasa la recuperación del suministro afectando al conjunto de vecinos. La recuperación del servicio en el caso de incendio de líneas o de centros de transformación es aún más compleja.
E-distribución, que opera como compañía distribuidora en Andalucía, Extremadura, Aragón, Baleares, Canarias y Cataluña, lleva años reforzando sus redes para reparar los estragos que provocan estas plantaciones en la red. Cuando en un área se produce mucho fraude, las instalaciones sufren sobrecargas a pesar de que la potencia eléctrica instalada llega a multiplicar por cinco la que necesitarían los suministros con contrato consumiendo a máxima potencia.
Como ejemplo, la potencia de electricidad que circula por los transformadores que dan servicio a las zonas con más fraude es hasta diez veces mayor que la que miden los contadores de las viviendas con contrato, lo que da una idea del volumen de enganches ilegales y de la cantidad de energía que demandan.
Colaboración institucional
Durante el pasado año, Endesa realizó alrededor de 2.000 intervenciones conjuntas con las Fuerzas de Seguridad para desmantelar enganches en zonas con alta concentración de fraude, donde los operarios acuden acompañados por agentes para poder realizar su trabajo con seguridad. Se trata de una labor continua porque muchos suministros ilegales se reenganchan a la red de nuevo tras ser detectados y desmantelados.
La "gravedad" de la situación demanda una actuación conjunta de las diferentes administraciones y agentes implicados para poder dar una solución que garantice la seguridad y el suministro de los vecinos.
Tecnología y denuncias ciudadanas
Endesa, a través de e-distribución, ha subrayado que ha intensificado las inversiones para reforzar la red y subsanar las consecuencias del fraude en las infraestructuras eléctricas y está aplicando las últimas tecnologías para combatirlo. La compañía utiliza técnicas de machine learning (aprendizaje automático) y deep learning (aprendizaje profundo) para afinar las inspecciones y mejorar su efectividad en la lucha contra el fraude. Mediante el análisis de los datos que brinda la digitalización de la red, se pueden llegar a detectar desviaciones y comportamientos anómalos que ayudan a orientar las inspecciones de forma más eficiente, así como a aumentar el porcentaje de fraude detectado.
La compañía ha reforzado también las inspecciones para destapar el fraude eléctrico, que se produce en diferentes sectores de actividad y segmentos de población, aunque sólo el 14% de la energía recuperada por fraude corresponde a pequeños consumidores domésticos con una potencia contratada inferior a los 3,5 KW.
Al margen de las actuaciones propias de la compañía y de las operaciones conjuntas con las fuerzas del orden, las denuncias de ciudadanos también ayudan a descubrir y desmantelar fraudes. El pasado año, e-distribución recibió 62. 769 denuncias que generaron 21.195 inspecciones, un 75% más que en 2021.
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