Enresa asume que es necesario ampliar El Cabril por el cierre de las centrales nucleares

Hornachuelos

La Empresa Nacional de Residuos Radiactivos presenta su séptimo plan, que contempla por primera vez un calendario concreto para el cese de los reactores

La asociación de municipios con centrales ya demandó en febrero dar más capacidad a El Cabril

Instalaciones de El Cabril, en Hornachuelos. / El Día

La ampliación del almacén de residuos radiactivos de El Cabril, el único de España autorizado para gestionar este tipo de basuras, es a todas luces necesaria. Así lo advierte la empresa gestora, Enresa, en el borrador del séptimo plan general de residuos radiactivos que ha presentado este lunes en la Secretaría de Estado de Energía ante la necesidad de actualizar el vigente, aprobado en 2006.

El avance propone que la gestión de los residuos de muy baja, baja y media actividad (que engloban residuos procedentes de la operación y del desmantelamiento de centrales nucleares, y los producidos en hospitales, laboratorios e industrias) siga desarrollándose en el centro de almacenamiento de El Cabril, ubicado en el término municipal de Hornachuelos.

En relación con los residuos de muy baja actividad, en el borrador se constata que existe una capacidad autorizada superior a la necesidad de almacenamiento de este tipo de residuos prevista en el futuro. En cambio, para el caso de los de baja y media actividad, se contempla la necesidad de nuevas

celdas de almacenamiento, fruto del desmantelamiento de las centrales nucleares.

A finales de febrero, la Asociación de Municipios en Áreas de Centrales Nucleares (AMAC), a la que pertenece Hornachuelos, reclamó participación y diálogo para buscar la mejor alternativa al Almacén Temporal Centralizado (ATC) de Villar de Cañas (Cuenca). La AMAC lamentó profundamente que el proyecto de construcción del almacén no se lleve finalmente a cabo. Y, ante este hecho, consideró "indispensable" estudiar profundamente las diferentes opciones ya que, de cumplirse el calendario previsto, se necesitaría una rápida ampliación de El Cabril, lo que ahora admite la propia gestora.

Todos los reactores parados en 2035

El escenario de referencia que plantea el borrador, que aún tiene que pasar por las diferentes fases de tramitación hasta su aprobación definitiva, recoge la senda de cese de operación de las centrales nucleares definida en el borrador actualizado del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030, de enero de 2020, y el calendario establecido en el protocolo de intenciones para el cierre ordenado de las centrales nucleares, suscrito entre Enresa y los propietarios de las centrales en marzo de 2019. Así, se prevé que los siete reactores actuales pararán definitivamente entre 2027 y 2035.

Dadas las características y dimensión del parque nuclear español, el borrador mantiene como estrategia de gestión del combustible gastado el denominado ciclo abierto, es decir, que no se contempla el reprocesado sino el almacenamiento de los residuos generados por las plantas.

Por primera vez, Enresa dispone de un calendario que le permite realizar una previsión de desmantelamiento total inmediato de todas las centrales, tras su cese de operación, y consecuentemente una estimación precisa del volumen total de residuos nucleares a gestionar. Las labores preparatorias para el desmantelamiento de cada central se iniciarán al menos tres años antes de la fecha de cese y se prevé el inicio del desmantelamiento tres años después del cese.

En estos seis años se llevarán a cabo las actividades de vaciado de las piscinas de combustible gastado, las tareas preparatorias del desmantelamiento y la obtención de la autorización de desmantelamiento. Posteriormente, se estima un plazo de diez años para la ejecución material del desmantelamiento.

En cuanto al almacenamiento temporal del combustible gastado de las centrales nucleares y de los residuos de alta actividad, el borrador del plan contempla un almacén temporal centralizado diferente a El Cabril para la gestión de estos materiales, que estaría operativo en 2028. No obstante, en la documentación ambiental que acompaña al borrador se contemplan diferentes opciones: un único emplazamiento ATC (Almacenamiento Temporal Centralizado) o varios ATD (Almacenamiento Temporal Descentralizado).

Durante la tramitación del expediente se deberá definir si se mantiene la estrategia de una única instalación centralizada, tal como contempla el vigente sexto plan, o se opta por varios emplazamientos.

Gestión definitiva de los residuos

Tras el almacenamiento temporal, el borrador prevé la opción del Almacenamiento Geológico Profundo (AGP) como estrategia de gestión definitiva del combustible gastado de las centrales nucleares y de los residuos de alta actividad. Se considera la alternativa "más sostenible y segura".

La previsión es que pudiera estar operativo en 2073. Esta solución es la que concita mayor acuerdo internacional, tal como se señala en el preámbulo de la Directiva 2011/70/Euratom, por la que se establece un marco comunitario para la gestión responsable y segura del combustible nuclear gastado y de los residuos radiactivos, expone Enresa.

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