Enresa defiende que el uranio depositado en El Cabril cumple con la legalidad

hornachuelos

La Empresa Nacional de Residuos Radiactivos responde a los ecologistas que todos los residuos superan los criterios técnicos establecidos por el Ministerio de Energía e Industria

Representantes de colectivos y formaciones políticas verdes, la semana pasada en la plaza de la Corredera, en Córdoba capital. / Jordi Vidal
Á. Robles

20 de noviembre 2017 - 02:35

Los residuos contaminados con dióxido de uranio que han sido recepcionados en El Cabril, en el término municipal de Hornachuelos, cumplen con los requisitos impuestos por el Ministerio de Energía, Industria y Agenda Digital para poder ser almacenados en esta instalación. Así lo ha asegurado a el Día la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), gestora de la planta, tras el malestar generado por esta información entre grupos ecologistas y partidos de izquierdas, que el sábado llegaron a reunirse en Peñarroya-Pueblonuevo para abordar la situación.

Según Enresa, los restos que contienen dióxido de uranio y que han sido recibidos y almacenados en El Cabril son "residuos aceptados tras llevar a cabo el estudio correspondiente y, por tanto, cumplen con los requisitos requeridos por los criterios de aceptación aprobados por el Gobierno previo informe favorable del Consejo de Seguridad Nuclear". Así, "la recepción y almacenamiento de estos residuos se han realizado siempre cumpliendo con los límites y condiciones que la instalación tiene autorizados", incidió la gestora.

Inspectores de la OIEA y de Euratom visitan "regularmente" el almacén central

La sociedad dependiente del Ministerio lanzó un mensaje de tranquilidad al asegurar que inspectores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y de Euratom realizan "regularmente" inspecciones del material nuclear almacenado en el centro de almacenamiento melojo, con objeto de verificar el control y la segura y adecuada gestión de dicho material.

Conforme a lo establecido en los límites y condiciones de la autorización de explotación de la instalación de Sierra Albarrana, dicha infraestructura "posee autorización para almacenar de forma definitiva residuos de baja y media actividad sólidos o solidificados generados en las instalaciones nucleares españolas, que cumplan con los criterios de aceptación". En estos límites se define como residuos de baja y media actividad aquellos con presencia de radionucleidos emisores beta o gamma de periodo corto o medio -inferior a 30 años- y cuyo contenido en radionucleidos de vida larga es muy bajo y está limitado.

Enresa incidió en que tiene implantada una metodología de aceptación que "permite verificar el cumplimiento, por parte de los productores, de tales los criterios". Esto se hace mediante el estudio de las diferentes corrientes de bultos, ensayos y comprobaciones en sus instalaciones, tras lo cual se procede a la aceptación o rechazo de los residuos de forma previa a su envío a la instalación de El Cabril.

IU Andalucía denunció el sábado "la desinformación confesada por la Junta" en relación a la ampliación de las instalaciones del cementerio nuclear de El Cabril y criticó que el cementerio nuclear "está fuera de control", exigiendo al Gobierno central que destine a Andalucía "más inversiones en materia de desarrollo y menos residuos". La responsable de Medio Ambiente de IU Andalucía, Josefa Beirás, presente en el encuentro celebrado junto a otras organizaciones en Peñarroya-Pueblonuevo "para debatir y organizar la lucha contra la ampliación de estas instalaciones", insistió en que El Cabril "no ha traído ni inversiones ni desarrollo a la comarca, que sigue a la cola en empleo y sigue en proceso de despoblamiento". Beiras declaró que "es escandaloso" que la Junta de Andalucía "carezca de información", tras "haber reconocido este hecho al confesar hace apenas unos días, en vistas a la convocatoria de este encuentro, que había solicitado información al Gobierno central sobre los planes que tiene para estas instalaciones". En el encuentro también estuvieron presentes IU Extremadura, Ecologistas en Acción, Podemos, el PCA, Adenex, la plataforma anticementerio de Azuaga, Equo y Hornasol.

Las distintas organizaciones y asociaciones dejaron claro que no van a permitir que el Cabril acoja residuos de alta radioactividad, "algo para lo que no está preparado", ni que se convierta en el cementerio nuclear de España, así como instaron a la puesta de planes especiales de empleo para la zona a fin de evitar su despoblamiento y ayudar a su reindustrialización.

Hurtado confía en que el cierre de Garoña no afecte al plan de sellado

El diputado nacional del PSOE por Córdoba, Antonio Hurtado, advirtió ayer de que el previsto"cierre de Garoña o de cualquier otra central nuclear del país "no debe afectar a los planes de sellado" establecidos para el centro de almacenamiento de El Cabril, "ni tampoco a su funcionalidad actual". Así lo destacó el diputado tras la respuesta que ha dado el Gobierno de la Nación a sus preguntas sobre este asunto, confirmando el Ejecutivo que preside Mariano Rajoy que los residuos radiactivos de baja y media actividad procedentes del desmantelamiento de la central nuclear de Garoña "serán almacenados de forma definitiva en El Cabril". Hurtado preguntó el pasado agosto al Gobierno sobre el proceso de desmantelamiento de esta central, por la cantidad y el tipo de residuos radiactivos que ello generará, si el destino de los mismos sería El Cabril, si dicha instalación tendría capacidad suficiente para almacenarlos y si el cirre de la citada central nuclear supondría "algún cambio respecto a las previsiones de sellado de El Cabril tras el colmatado de las celdas actuales". Ante esto, el Gobierno explica que la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), "está en proceso de preparación de la documentación necesaria para la solicitud de autorización de desmantelamiento" de la central de Santa María de Garoña, de cuya titularidad, ahora en manos de la sociedad Nuclenor, se hará cargo. Mientras la central nuclear pasa a manos de Enresa, Nuclenor "deberá, entre otras labores, acondicionar los residuos operacionales, efectuar la descarga del combustible gastado de la piscina a los contenedores suministrados por Enresa, así como colaborar en el conjunto de las actividades preparatorias para el desmantelamiento". En el caso de los residuos radiactivos de baja y media actividad o de muy baja actividad, el Ejecutivo precisa que "serán almacenados de forma definitiva en El Cabril", como era previsible. / E. P.

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