Fallece el pintor lucentino Rafael Aguilera, creador universal inseparable de Isabel Jurado
Obituario
Miembros de Los Novísimos y el Grupo Tango, ambos, siempre juntos, han expuesto sus obras, de pintura y otras disciplinas artísticas, en multitud de países
La muerte física nos fuerza a esquivar la tentación de perfilar a Rafael Aguilera desligándolo de Isabel Jurado. La elección vital y artística de Los pintores nuevos se arraiga en una unión perenne que, en un comprensible y concluyente presagio, floreció entre aromas de lienzos y docencia: la academia de ingreso previa a la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid.
Declinaba la década de los sesenta, en el siglo XX, e Isabel y Rafael anudaron en Madrid la valentía creativa, el arriesgado compromiso social y una maestría inagotable, sin descanso ni distinción.
El 29 de agosto de 2021 rompe un trayecto común que trasciende sobre el fallecimiento de Rafael Aguilera Baena. Hace unos diez días, este lucentino nacido en 1943, viajante incontenible y modelo pionero en su prolongada juventud, continuaba legando su dominio resuelto y espontáneo del pincel, evadiéndose, así, de una salud maltrecha desde hace varios años.
La capital de España engendró una conexión patente en cada mirada, palabra o gesto de complicidad y apabullante comprensión. Los perfectos complementos.
El inabarcable rendimiento estético de Rafael Aguilera e Isabel Jurado, natural de Madrid e instalada en Lucena, significa, siempre en presente, un método exquisito y rotundo para canalizar, enseñar y exclamar sus principios irrenunciables: una justicia social auténtica e ilimitada; la reivindicación de los derechos de los más indefensos; y facilitar el aprendizaje a quienes más dificultades hallaban.
Las paredes de las exposiciones de multitud de países han redoblado su reputación con los cuadros de dos lucentinos que han transitado como ciudadanos del mundo. Desde Canarias y Andalucía, enclaves de referencia de expresión de sus dotes educativas, han surcado Portugal, Francia, Holanda o Suecia.
Entre diciembre del 2020 y el último abril, dibujos, acuarelas, óleos y acrílicos de Rafael e Isabel han retomado una expedición internacional con un nuevo viaje por Japón, con estaciones en Osaka, Kobe, Tokio y Ashiya. En otras etapas, infinidad de rumbos se dirigieron por Suiza, China, Colombia o Argentina.
El concepto y la repercusión de unos autores totales cobran precisa sustantividad en Rafael e Isabel, privilegiados representantes de la escultura, el grabado, la pintura, el dibujo, la cerámica o el esmalte.
La indeleble oportunidad de acceder a la atmósfera cercana de inquietud palpitante, acogimiento incondicional y experiencias inacabables de Rafael Aguilera e Isabel Jurado impresionaba a cualquier afortunado de compartir su presencia. Una grandeza deslumbrante a través de una humildad paradigmática. La dimensión incomprensible de una sencillez fulgurante. Esa naturalidad que revelaba los motivos y la profundidad de su producción.
Rafael e Isabel son Los Novísimos, la generación de una vanguardia adelantada cuando aún estos términos se arrinconaban en el desconocimiento; el Grupo Tango, colectivo de privilegiados con capacidades diferentes que despertaron las aptitudes de alumnos y usuarios de Amara y Promi; y, también, promotores de un multitudinario taller de grabado y un aula de artes plásticas brindada a su localidad de nacimiento y adopción. Una galería ubicada en la planta baja del Palacio de los Condes de Santa Ana se titula con el nombre de ambos. Un homenaje que sólo debe contemplarse como el prólogo de mayores y contundentes reconocimientos a un binomio irrepetible que ennoblece la cultura y magnifica la palabra arte desde Lucena a cualquier ubicación del planeta. Rafael Aguilera ha fallecido en Cabra a los 77 años de edad.
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