Fernán Núñez celebra el Jueves Lardero con un hornazo gigante de récord: 4 metros de diámetro y 4.000 porciones
Tradiciones
La localidad conmemora el festín que el noveno Señor de Fernán Núñez regaló a la villa para festejar la toma de Granada en 1492, en la que el mismo noble participó
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Cada año es más grande, más pesado, con más relleno. La localidad cordobesa de Fernán Núñez celebra este 16 de febrero el Jueves Lardero con una de las tradiciones gastronómicas más singulares de toda la provincia: un hornazo gigante que cada año se supera y deja atrás los récord anteriores. Cuatro metros de diámetro y más de 4.000 porciones se sirven en apenas una hora en esta jornada festiva, en la que se recuerda el festín que el noveno Señor de Fernán Núñez, don Fernando Gutiérrez de los Ríos, regaló a la villa tras la toma de Granada en 1492, en la que él mismo participó al frente de su ejército.
Como en aquella ocasión, los gastos corren por parte de la villa, que cuenta con la colaboración de las empresas locales Comoga Almacenes de Bebidas, Mil Paladares de la Ñ, Bodegas Navarro, Bodegas Tejarejo e Industrias Marín, que ofrecen licores, vinos, anís, zumo y chocolate, agradece la concejala de Festejos, Ana Toledano (IU).
Y, como manda la tradición, Productos Villegas prepara el hornazo dulce a la manera tradicional, con masa de hojaldre a base de harina, manteca y "una poquita de sal", como explica el maestro panadero Andrés Villegas. La semana es de infarto en su horno, donde preparan 90 planchas de 40 por 60 centímetros. "Empezamos el lunes y estamos tres días a piñón fijo", dice aún con la prisa en el cuerpo tras montar en la plaza de Armas, entre el Palacio Ducal y el Ayuntamiento, el hornazo gigante, que cubre con una capa de azúcar glass. El relleno, variado, sacia a todos los golosos: de crema, sidra y chocolate. La creación se remata con un huevo gigante que siempre llama la atención de los más pequeños.
Este año, como gran novedad, el Jueves Lardero incluye una recreación histórica teatralizada a cargo de Animactriz, con la que el Ayuntamiento quiere que esta fiesta sea aún más especial, como explica la concejala Ana Toledano. La edil recuerda que el Jueves Lardero -también llamado gordo en otros municipios- se celebra desde tiempo inmemorial el último jueves antes de entrar en la Cuaresma, cuando los cuerpos se preparaban para el largo período de abstinencia de comer carne que se avecinaba. En Fernán Núñez, la celebración reúne una serie de circunstancias locales que se vinculan a la conquista del Reino de Granada por los Reyes Católicos, en la que tomó parte el noveno señor de Fernán Núñez, aportando sus propias tropas.
Un festín para toda la comarca
Corría el año 1491, y casi finalizado el mismo, don Fernando Gutiérrez de los Ríos y Montemayor recibía un despacho de los Reyes Católicos en el que le pedían su participación en la operación militar y le solicitaban que los diez lanceros fuesen conducidos por una persona de la Casa de Fernán Núñez, a lo que él mismo se ofreció. Así, en los días finales de 1491, después de revistar a sus huestes en la plaza de Armas, partió hacia las tierras granadinas.
Desde Granada, don Fernando de los Ríos escribió a su esposa, doña Urraca Venegas, que en su ausencia gobernaba sus "estados de Fernán-Núñez" y le encargó que, cuando tuviese noticia de la rendición de Granada, reuniese al pueblo y festejase con él el fausto acontecimiento. Granada capituló el 2 de enero de 1492 y la noticia llegó rápidamente a la villa, pero Doña Urraca prefirió esperar para festejar el acontecimiento al regreso de su marido.
La celebración del magno acontecimiento tuvo lugar el jueves anterior al domingo de Quinquagésima (domingo de Carnaval), y el pueblo entero, compuesto por hijosdalgos, campesinos de señorío, artesanos y pecheros, marcharon al paraje de El Pozuelo, donde el señor de Fernán Núñez hizo que se les sirviesen abundantes manjares, entre los cuales figuraba una especie de torta o panecillo, hecho de harina, manteca y azúcar, con un huevo cocido incrustado en su centro, el hornazo, que quedó como símbolo de la fiesta. La fama que precedió a la celebración del primer Jueves Lardero fue tal que, desde diferentes puntos de la comarca, acudieron muchas personas: desde Montemayor, Montilla, Espejo, La Rambla, Santa Cruz y La Morena (antigua fortaleza dependiente de Fernán Núñez).
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