Fuertes contrastes costumbristas
Cientos de vecinos acompañaron ayer a la Virgen de Piedrasantas hasta su ermita a lomos de caballos, mulos y burros con los tradicionales piostros
Había que cumplir la tradición. Ayer, como cada 7 de septiembre, los piostros volvían a reunirse en la puerta de la casa de uno de los mayordomos, para recorrer las calles de Pedroche y después dirigirse a la parroquia del Salvador donde recoger la imagen de la Virgen de Piedrasantas. La imagen ha permanecido en el pueblo desde mediados del mes de agosto y debía emprender el camino de vuelta a la ermita, a orillas del arroyo Santa María.
Fue un recorrido de apenas dos kilómetros de pasarela Cibeles esculpida en granito, la piedra propia de la zona, tierra milenaria indefinida y de frontera entre montañas no exenta de un aislamiento secular que ha preservado tradiciones como la de los piostros, fiesta de la que, como se suele decir por esos lares norteños, "nadie guarda memorias". Tampoco nadie ha buceado en la historia para identificar el término piostro. Al parecer, procede de piostre, que quiere decir mayordomo. Sin embargo, en Pedroche saben que tan sólo se refiere a las caballerías sobre las que viajan las mujeres y hombres en honor a la Virgen de Piedrasantas .
En la ermita no faltó el típico refresco hecho con vino, melocotón y canela, tan particular y que sabe a fiesta. Mantas bordadas de madroño, monturas camperas, cintas y lazos de mil colores volvieron a complementar a las tradicionales jamugas, una silla de montar especial para las mujeres, que se dispone a modo de huso y que, por su tipología, parece haber evolucionado poco desde los tiempos de la Reconquista.
El recuerdo olía a otros tiempos en la ermita, predio lleno de historia en donde se reunieron durante siglos los alcaldes y familiares del Santo Oficio de la Inquisición de Los Pedroches para celebrar los concejos de gobierno.
Hoy, aún se conservan los bancos donde se sentaban aquellos gobernantes, que litigaban, entre otras cuestiones, sobre la propiedad de la Virgen de Luna -advocación compartida hoy por Pozoblanco y Villanueva de Córdoba- o acerca del reparto de pastos y la bellota de la Dehesa de la Jara. Hoy, y esta vez sin la imagen, los piostros volverán a salir en procesión para iniciar el nuevo camino hacia la ermita.
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