El Grupo Prestige baraja el futuro del Hotel Lucena entre seis empresas

La firma tiene sobre la mesa ofertas de compra, de alquiler y del sector turístico

Vista exterior del Hotel Prestige de Lucena.
Vista exterior del Hotel Prestige de Lucena.

El Grupo Prestige Hoteles, propietaria del antiguo Hotel Prestige y antiguo Hotel Ciudad de Lucena, tiene sobre la mesa seis ofertas de empresarios lucentinos, según ha podido saber El Día, que desde la empresa van a estudiar para decidir el futuro de las instalaciones hoteleras.

Por un lado, hay dos empresarios relacionados con el sector de la hostelería que estarían interesados en adquirir las instalaciones, puestas a la venta actualmente, por lo que queda de hipoteca con el Banco Popular unos 18 millones de euros. Otras tres ofertas, también de empresarios hosteleros, estarían más bien interesados en un alquiler de las instalaciones, algo que para los propietarios es menos atractivo "ya que ante la situación económica están más interesados en vender", según señalaron fuentes municipales. Por último, un grupo de empresarios del sector turístico habría lanzado otra oferta de alquiler que supera las expectativas que el grupo hotelero había previsto, de ahí a que estén sumidos en una indecisión continua y que tengan que deliberar muy bien acerca de las diferentes propuestas que les han sido presentadas.

De este modo, parece que se va aclarando el futuro de este hotel de cuatro estrellas de Lucena, que ocupa una parcela de 20.000 metros cuadrados en la parte más alta del Parque Empresarial Príncipe Felipe de la ciudad, de los que 15.000 metros pertenecen a superficie construida. El hotel está edificado en cuatro plantas, contando con un total de 140 habitaciones, de las que 130 son del tipo ejecutivo, ocho junior suites y dos de adaptación especial. Las instalaciones hoteleras disponen además de un centro de negocios de 1.100 metros cuadrados, que cuenta con seis salas de reuniones y una gran sala de conferencias.

El hotel, propiedad de la cadena Prestige Hoteles abrió sus puertas a mediados de enero de 2009. La cadena catalana lo cerró a los quince meses, el 2 de enero de 2010 "debido a la coyuntura económica", volviendo a abrir sus puertas a principios de noviembre de este mismo año bajo la tutela de Horizonte Verde que lo cerró a principios del pasado mes de julio cuando recibieron una demanda de desahucio por parte de Prestige.

La última empresa concesionaria, Horizonte Verde, entregó las llaves del establecimiento el pasado 17 de julio en los juzgados, quedando una veintena de trabajadores -que aún estaban contratados- en paro. En su momento dichos trabajadores barajaron la posibilidad de iniciar acciones legales con Horizonte Verde porque a algunos de ellos se les adeudaba hasta cuatro meses.

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