Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
Subbética
Auxiliares de la ayuda a domicilio, mayores de 55 años, que han de viajar unos 70 kilómetros -en viajes de ida y vuelta- hasta el Hospital Infanta Margarita de Cabra. Vecinos de 80 y 90 años con insalvables dificultades para desplazarse a Rute, en un trayecto, total, de 40 kilómetros. Una dispersión territorial del término municipal expandida entre un núcleo principal y 19 aldeas. Y una desinformación sistemática achacada a la Junta. Es el análisis de la campaña de vacunación contra el covid-19 en Iznájar descrito por los responsables municipales que tildan de “disparate” algunos de estos episodios.
El Ayuntamiento solicita a la delegación territorial de Salud un punto propio de administración de las diferentes dosis. Brindan espacios como la Casa Ciudadana o el Pabellón de Deportes, para establecer el dispositivo, u otras dependencias municipales que se considerasen “factibles” por el Servicio Andaluz de Salud.
Desde el equipo de gobierno socialista, en una comparecencia protagonizada por el alcalde, Lope Ruiz, y la concejala de Salud, Isabel Lobato, han recalcado particularidades “singulares” de esta población de la Subbética que, globalmente, censa a 4.134 residentes.
La carencia de transporte público y la coincidencia –puesto que los turnos de inyección de las vacunas se fija en horario matinal- con la campaña agrícola, sustento básico en múltiples hogares, complican, y en ciertos casos imposibilitan, el traslado de las personas mayores al dispositivo de vacunación asignado Iznájar y que se localiza en Rute. Desde algunas de las pedanías, el recorrido hasta el municipio ruteño implica, en el trayecto de ida y vuelta, hasta 40 kilómetros.
De forma verbal, en una reunión con la delegada María Jesús Botella, y, también, mediante un escrito oficial, el Consistorio ha pedido formalmente que se inoculen vacunas, para mitigar esta pandemia, en el propio municipio.
La edil de Salud, Isabel Lobato, le reprocha a la consejería de Salud, al apreciar una meridiana contradicción, que demande “colaboración” a los Ayuntamientos, en este proceso de inmunización a los grupos prioritarios, mientras conocen datos relevantes “en los periódicos y en los medios de comunicación”. Por ejemplo, apunta que “no sabemos qué número de personas se han vacunado en Iznájar”.
En una consideración más amplia, el Ayuntamiento opina que “el número de puntos de vacunación es totalmente insuficiente”. Por lo demás, el Consistorio también reivindica preferencia en la vacunación para las “internas o familiares” que asisten y auxilian a dependientes que aguardan una resolución favorable de su petición para acceder a la cobertura pública. “Siguen estando en riesgo”, advierte lobato.
Finalmente, Lobato contradice a María Jesús Botella, delegada territorial de Salud, y quien en la última reunión con alcaldes del distrito sanitario sur de Córdoba, expone la concejala socialista, afirmó que “la vacunación es un privilegio” y emplazó a las familias a “que se impliquen más”. Una afirmación rechazada tajantemente por la edil del Ayuntamiento de Iznájar porque, asevera, “es un derecho que tenemos todos los ciudadanos” e insiste en exigir a la Junta que “facilite” con “sensibilidad” la proporción de esta protección científica a cualquier municipio y a todos sus habitantes.
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