Juan Ramón Valdivia: "Si el agua fuera petróleo, Priego sería Qatar”

Entrevista al alcalde de Priego de Córdoba

Afronta su primer mandato con mayoría absoluta y asegura sin tapujos que "vamos a ser reivindicativos con los nuestros" para la puesta en marcha del tan demandado hospital de cercanía

El alcalde de Priego de Córdoba, Juan Ramón Valdivia.
El alcalde de Priego de Córdoba, Juan Ramón Valdivia. / Miguel Ángel Salas

No ambiciono grandes carreteras, ni grandes superficies comerciales que destrocen el entorno. Quiero que Priego siga siendo lo que es, si puede ser un poco más rico, mejor”. Es lo que sostiene el primer edil de esta localidad, Juan Ramón Valvidia (PP), que sigue en el cargo tras obtener mayoría absoluta en las pasadas elecciones municipales. Entre otros de sus retos, aunque reconoce que él no será quien corte la cinta inaugural, se encuentra la puesta en marcha del hospital de proximidad .

–¿Qué ha supuesto obtener la mayoría absoluta para el PP en Priego de Córdoba?

–Para mí ha supuesto una consolidación de todo lo que he aprendido en política desde cuando entré en 2011 y en los equipos de María Luisa Ceballos. Desde entones creí aprender cosas y cómo aplicarlas si alguna vez tenía la posibilidad de presentarme como candidato. Todo eso me ha permitido consolidar esos planteamientos teóricos.

–Pero, ¿a qué cree que se ha debido?

–Soy bastante analítico y lo tengo bastante claro. Creo que por parte de los prieguenses se ha producido una valoración absoluta del trabajo que hemos hecho. Se han terminado obras como la de la calle Río, que era un proyecto fundamental para la ciudad. También se ha conseguido gestionar una nueva parcela comercial en la entrada del municipio y avanzar en la restauración de la Fuente del Rey y del Castillo. Es decir, se han hecho muchas cosas y los prieguenses lo han valorado como la gestión y el mérito de un equipo de gobierno entero. Hemos comunicado muy bien, que era nuestro empeño desde el principio de este año, y también que la cara que lo liderara no generara ningún rechazo. No pretendía igualar el grado de aceptación y de cariño que la gente tenía por María Luisa Ceballos, que eso solo se consigue con tiempo y con momentos tan duros que vivimos con la moción de censura. Lo que pretendía era no generar rechazo. La gente ha visto el trabajo que se ha hecho y el buen grupo que teníamos de salida y el buen grupo de entrada y, al final, esto es un proyecto de ciudad. Los prieguenses saben que aquí hay una línea de trabajo y hemos apostado por esa continuidad. Creo que ese ha sido el éxito, el explicar qué queríamos hacer.

–Tras las elecciones del 28 de mayo, el PP ha recuperado el gobierno, en minoría, de la Diputación de Córdoba. ¿En qué se traduce esa victoria para un municipio como Priego?

–El municipio de Priego tiene la particularidad, y también la tienen Cabra y Alcalá la Real (Jaén) y otras localidades de nuestro entorno, que tenemos más de 20.000 habitantes gracias a las aldeas. El término municipal de Priego tiene 27 núcleos de población diferentes al principal, que tiene entre 18.500 habitantes y en las aldeas hay 3.500. Esto significa que para que nosotros podamos ser administradores con los recursos que tenemos también de estos territorios necesitamos el apoyo unánime y decidido de la Diputación de Córdoba. Los recursos que tenemos son muy limitados y poder llevar a cada uno de los vecinos el servicio de limpieza, cualquier tarea de mantenimiento o las inversiones que necesitan, implica que la Diputación tiene que estar de nuestro lado. En los últimos ocho años, no ha sido una dejadez absoluta, pero ha sido lo mínimo, lo indispensable.

–Pero el reparto ha de ser equitativo esté quien esté al frente de la institución provincial, ¿no?

–Hay una serie de factores correctivos que hay que aplicar para este tipo de municipios. Esto significa que si excluyes a un municipio como Priego de algunas ayudas que hay para localidades de más de 20.000 habitantes, estás siendo injusto porque no estamos pudiendo concurrir a esas ayudas para las aldeas y hay algunas más grandes que algunos municipios de la provincia, pero que son excluidas porque Priego es excluida de esas ayudas. La Diputación tiene que mantener su naturaleza, que es ayudar a los municipios pequeños, pero los municipios grandes que tenemos aldeas tenemos que tener alguna compensación siempre destinadas a las aldeas.

"La Diputación tiene que mantener su naturaleza, que es ayudar a los municipios pequeños"

–Uno de los proyectos que citó en su discurso de investidura fue apostar por un Priego Verde y Saludable. ¿En qué consiste esta iniciativa?

–Se trata de los espacios verdes que necesitamos para andar, para hacer deporte o, simplemente, para sentarnos con la familia. También son las inversiones que tenemos que hacer para la depuración de agua. La Junta de Andalucía tiene ya cuatro depuradoras en licitación y en construcción en el término municipal de Priego. El proyecto Priego Verde y Saludable también es cambiar las bombillas por un alumbrado eficiente, intentar poner placas solares donde podamos y seguir luchando por que los lugares que están a disposición de los prieguenses, como Las Angosturas o como la Tiñosa, se puedan transitar de una manera deportiva o lúdica. Es decir, conseguir ese Priego Verde significa vivir y disfrutar del entorno paradisíaco que tenemos como el Parque Natural de las Sierras Subbéticas. En muchas ocasiones, nos hemos obsesionado en diferenciar el parque natural de los olivos que nos dan de comer y hemos dejado de lado ese disfrute que supone el estar en ese entorno tan paradisíaco.

–Otro de sus retos es poner en marcha el hospital de proximidad en Priego. ¿Será una realidad?

–El municipio de Priego de Córdoba necesita una mayor cobertura sanitaria y esta solución que propone el gobierno andaluz de un hospital de proximidad, con la referencia del hospital de Cabra, entiendo que lo debemos reivindicar desde un punto de vista humilde, pero también justo. Estamos hablando de más de 30.000 habitantes entre Priego, Almedinilla, Carcabuey y Fuente-Tójar. Por ejemplo, desde la aldea de La Poyata o desde Las Lagunillas, una de las más pobladas, hasta Cabra, hay casi 40 minutos. Es decir, que se están incumpliendo los ratios que la propia Junta tiene para prestar un servicio a los ciudadanos. Por tanto, aquí no estamos pidiendo ningún capricho, no es un nuevo hospital porque lo quiere alcalde, estamos hablando de que es uno de los pocos municipios de Andalucía cuya distancia hasta el hospital de referencia, en muchos casos, incumple lo que marca la Junta. Estamos intentando hacer todo lo posible para aprovechar el momento político y movernos porque durante 40 años hemos tenido un mismo color político y lo que hemos conseguido ha sido justo lo contrario: palmaditas en la espalda, pero esto no toca. Y, ahora, vamos a ser reivindicativos con los nuestros. Además, ya se ha dado un paso muy importante con la firma del protocolo y el principal objetivo como alcalde para estos cuatro años es que se avance mucho, para que al finalizar este mandato podamos estar en un fase de terminación de ese proyecto. Sabiendo como funcionan los tiempos en política y la administración, me parecería absurdo plantear que yo voy a cortar la cinta –inaugural– de ese hospital, pero espero que podamos tener mucha obra hecha al final de este mandato.

–¿En qué situación se encuentra la empresa pública de agua?

–Adquirimos la empresa en el mes de agosto de 2022 y, ahora mismo, se está gestionando desde lo público. La deuda de la empresa se ha reducido, teníamos en torno a 1,3 millones de euros de pérdida acumulada y hemos bajado a 800.000 euros, pero no ha sido por la gestión, sino por una serie de deudas que estaban imputadas en las cuentas de la empresa que al adquirir las participaciones se computaban. No me voy a colgar la medalla de que hemos bajado 400.000 euros porque no es verdad. La empresa está en una situación crítica y las tarifas de agua de Priego son las más baratas de la provincia; estamos muy por debajo de Emproacsa. Municipios tan cercanos como Fuente-Tójar tienen el agua infinitamente más cara que Priego. La verdad es que tenemos que hacer un esfuerzo por reequilibrar esa empresa. Para nosotros era fundamental afrontar que esta empresa fuera pública. Lo dije en mi discurso de investidura: tenemos que estar preparados para los retos del futuro y el principal reto del futuro, si no es ya el del presente, es el agua.

Juan Ramón Valdivia en un momento de la entrevista.
Juan Ramón Valdivia en un momento de la entrevista. / Miguel Ángel Salas

–Y uno de esos retos es hacer frente a la sequía.

–Ya hay tres aldeas que tienen cortes nocturnos, pero es habitual que el agua se suministre en estas fechas en camiones cisternas, aunque ahora se estaba demandando más de lo habitual y eso demuestra que se estaba haciendo un mal uso por parte de la población. Estamos intentando concienciar a los prieguenses de que el agua debe ser para el consumo humano y para poco más. De hecho, el agua es un patrimonio de nuestro municipio, una de nuestras riquezas. Si el agua fuera petróleo, Priego sería Qatar. Estamos hablando de que desde Priego sale agua que Emproacsa canaliza para abastecer a municipios del entorno de nuestra ciudad. El agua será nuestro patrimonio siempre. Por eso, había tanto de identitario por adquirir la empresa de aguas que estaba en una gestión privada.

–Entonces, ¿no habrá cortes de agua?

–No tenemos necesidad de restricción por ahora, pero ya se está bombeando más agua de la que el propio manantial puede recuperar. Los llamamientos a la ciudadanía están surtiendo efecto en menor medida de la que queremos y seguramente tengamos que tomar alguna medida de cara a las noches en las que hay pocos usos, pero también es el momento en el que muchas de las personas que no tienen conciencia del cuidar de este bien, lo utilizan para el riego y, en muchos casos, con agua de la red. Pero no podemos descartar que en el mes de agosto se apliquen porque no va a llover y la ciudadanía está haciendo un caso bastante leve de las medidas que hemos pedido de reducción.

–Ha hecho referencia ya a varios proyectos que quiere llevar a cabo, pero ¿podría citar alguno más?

–La Junta nos ha concedido el Plan de Sostenibilidad Turística y el Ministerio de Industria. Esos 2,8 millones de euros van a convertir a Priego en un enorme destino turístico; ya éramos un gran destino, pero teníamos pequeños déficits.

–¿Cómo cualés?

–Un ejemplo es el aparcamiento. Ese Plan de Sostenibilidad Turística incluye un gran aparcamiento en el bajo Adarve que será utilizado por los priegueneses, por quienes vengan de las aldeas y por los turistas para que dejen allí el vehículo y empiecen a subir por el Recreo de Castilla, el Museo Arqueológico, el del textil y acaben en el corazón del Priego turístico, que es el Castillo, las Carnicerías Reales. Eso cambiará la conformación de la ciudad porque los turistas, en lugar de aparcar su coche en pleno centro, donde están los supermercados, el Ayuntamiento y la administración, se van a un lugar que está pensado para ello. Otro déficit es que tenemos el aceite de oliva virgen extra más premiado del mundo, pero no teníamos un lugar donde enseñar a los visitantes, a los estudiantes o al sector empresarial cómo se hace. Gracias a este plan, vamos a tener el Museo del Aceite de Oliva Virgen Extra de Priego, situado en el Paseo de Colombia, en un antiguo molino. Lo vamos a adquirir y reformar y allí estará la sede del museo, que permitirá a las personas conocer cómo se hace el aceite desde el campo hasta su mesa.

–¿Cómo quiere que Priego esté dentro de cuatro años?

–Quiero ver a Priego de Córdoba como la veo ahora. Somos una ciudad muy unida, donde no hay enemistades. Es una ciudad en la que se puede convivir muy bien. Priego es un paraíso social, un lugar donde no hay diferencias de clases. Quiero que Priego siga siendo lo mismo que es socialmente, que económicamente crezca y que los márgenes que deja la agricultura, que son pequeños, permitan que sigamos creciendo, y también en el sector del textil, del turismo y que Priego siga respetando el entorno en el que estamos. No ambiciono grandes carreteras, ni grandes superficies comerciales que destrocen en el entorno. Por eso, quiero que Priego siga siendo lo que es, si puede ser un poco más rico, mejor.

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