La Junta tumba una macroplanta solar en Montoro similar a la proyectada en Morente por su impacto ambiental
Alto Guadalquivir
La empresa promotora había obviado en el informe ambiental que iba a ocupar territorio donde habitan linces ibéricos y águilas imperiales
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La Consejería de Política Industrial y Energía ha tumbado el proyecto de una macroplanta solar en el término municipal de Montoro a causa de su impacto ambiental. La ubicación se sitúa a escasos 20 kilómetros de la aldea de Morente -perteneciente a Bujalance-, donde un proyecto similar sí ha recibido el visto bueno de Medio Ambiente. Los vecinos han iniciado una movilización para frenar la iniciativa, a la que se ha unido el IV duque de Arjona y XIII conde de Salvatierra, Cayetano Martínez de Irujo, propietario de una de las fincas que terminarían expropiadas si la central se declarase de interés público.
El expediente que la Junta ha rechazado en Montoro y el que sigue adelante en término municipal bujalanceño tienen ciertos paralelismos. El más evidente es que, en ambos casos, se trata de grandes instalaciones que, presumiblemente, han sido troceadas para no superar los 50 megavatios, límite a partir del cual pasarían a control estatal y, por tanto, los plazos se ralentizarían.
Tal y como consta en el anuncio del Boletín Oficial de la Provincia (BOP) de este viernes, la Junta ha denegado la autorización administrativa al proyecto denominado Mirabal Solar III y a la infraestructura de evacuación de energía común a otras dos plantas del mismo nombre. A principios de año, ya denegó la autorización a Mirabal Solar II, según la información recabada por El Día. Y, en ambos casos, el motivo es el mismo: el impacto negativo sobre el medio ambiente.
La megaplanta solar Mirabal, que finalmente no ha saldrá adelante, ocupaba sobre el papel parte de los términos municipales de Marmolejo (Jaén) y Montoro. Precisamente, fueron el partido local Unión Democrática Independiente Montoreña (UDIM), Ecologistas en Acción y la Asociación para la Defensa del Patrimonio Cultural y Natural de Montoro los colectivos que, de común acuerdo, recurrieron el estudio ambiental presentado por la energética con un contrainforme que ha dado la puntilla definitiva.
El principal motivo es que los paneles iban a ocupar parcialmente el ámbito de protección del lince ibérico, una especie que no aparecía en el inventario de fauna aportado por el promotor, tal y como se reseña en el informe de la Junta. Cuando lo cierto es que en la zona hay una "importante población" de Lynx pardinus. Según todos los seguimientos realizados, la población de este gran felino que habita en el término montoreño está sirviendo además de conexión entre los dos núcleos reproductores colindantes, Guadalmellato y Guarrizas, por lo que se le considera "el eslabón de enganche para el establecimiento definitivo de la especie" y es clave para su "diversidad genética". En el caso de Morente y de la finca El Hierro, propiedad de Cayetano Martínez de Irujo, se ha constatado la incursión de linces, aunque no la presencia estable de hembras reproductoras.
Las parcelas que pretendía ocupar Mirabal, además, estaban próximas al Parque Natural de Cardeña-Montoro y se dedican al cultivo del olivar tradicional de sierra, símbolo de la comarca, árboles que iban a ser arrancados.
En este ecosistema, aparte del lince, se localizan "un gran número de especies de fauna", como aves insectívoras, pequeños roedores, reptiles y mamíferos y, según el informe de los agentes de Medio Ambiente, por estos pagos es frecuente encontrarse ejemplares de especies con un ámbito de protección estricto, como el águila imperial ibérica que, con territorios de reproducción muy próximos, encuentra aquí el "lugar apropiado para su campeo y caza".
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