"La construcción de los arcos de la Puerta de Aguilar devolverá a Montilla lo que se le arrebató"

La arquitecta montillana Mara Portero es la autora del proyecto para la reconstrucción de los desaparecidos arcos de la Puerta de Aguilar en Montilla. El monumento, uno de los símbolos de la localidad de la Campiña Sur, fue derribado el 19 mayo de 1962 por orden del Ayuntamiento de entonces para resolver los problemas de movilidad que planteaba el creciente acceso de vehículos pesados al centro de municipio.

Ahora, un proyecto amparado por el programa Social Hub e impulsado por Francisco Varo, autónomo del sector audiovisual de 31 años, promueve su reconstrucción mediante la iniciativa Un ladrillo para la historia. El proyecto, en proceso de incubación, ya ha generado un enorme interés en el municipio.

La idea es gestionar pequeñas donaciones económicas a la manera de microdonaciones y, por una suma que podría oscilar entre los tres y los cinco euros, adquirir alguno de los 12.000 ladrillos que hacen falta para volver a levantar la puerta. Debido a la dificultad para ubicarlos donde originalmente se encontraban, al inicio de la calle Puerta de Aguilar, acceso al casco antiguo, la rotonda de la Toba toma ahora fuerza como alternativa.

-¿Cómo surge su proyecto de reconstrucción de los arcos?

-El proyecto surge por el recuerdo y el sentir colectivo de muchos montillanos, que impulsan, a través de los años, el deseo de ver reconstruidos los arcos de la Puerta de Aguilar. Mi proyecto se remonta al año 2002, cuando, siendo alcalde Antonio Carpio, encarga dicha reconstrucción a mi estudio de arquitectura para ubicarlos en el paseo de las Mercedes, en el lugar que ocupa hoy día la fuente-monumento a San Francisco Solano. Finalmente, la idea se descartó por la corporación municipal de aquella época, y se ha vuelto a retomar este año bajo la iniciativa de Francisco Varo, pero con otra ubicación, al estar aquel emplazamiento ya ocupado en el momento actual.

-¿Fue complejo el trabajo de documentación?

-No fue una labor excesivamente laboriosa, gracias a que existen muchas fotografías de los arcos. Por otro lado, conocemos algunas dimensiones, como la longitud, ya que ocupaba todo el ancho de la calle Puerta de Aguilar.

-¿Cómo de fieles serán a los originales?

-Soy partidaria de una reproducción fiel del modelo original, ya que es posible con las técnicas actuales. En este caso, me parece más interesante esta opción que la innovación. En los planos que se han elaborado, los arcos aparecen dibujados en tres dimensiones, ladrillo a ladrillo de manera exacta a los que se demolieron. De esta manera, la empresa constructora que los ejecute, podrá seguir fácilmente el dibujo para su construcción.

-¿Cambia el sistema constructivo?

-No a nivel exterior. Solo será diferente la estructura interior y la cimentación, que en este caso se ejecutarán de hormigón armado. El aspecto externo y el sistema de construcción de la fábrica de ladrillo vista, será idéntico.

-¿Qué significa para Montilla esta iniciativa?

-Habría que preguntar a cada montillano pero, en mi opinión, la reconstrucción de los arcos devolverá a Montilla lo que un día se le arrebató.