Monseñor Herranz regresa a su casa

Baena El prelado estuvo acompañado por el alcalde de la localidad

El cardenal recorre los templos de la ciudad y recibe el afectuoso cariño de los vecinos

El cardenal pasea por una de las calles de la ciudad acompañado por el alcalde, Luis Moreno.
Sara Núñez

24 de mayo 2010 - 05:01

Baena se echó en ayer a la calle para recibir al cardenal Julián Herranz Casado, quien regresó a su tierra natal seis años después de su última visita y, esta vez, lo hizo ya como Hijo Predilecto de la ciudad. Monseñor Herranz señaló que "tenía ganas de volver a Baena porque cuando vine en 2004 lo hacía como el hijo pródigo. Ahora regreso como hijo predilecto" y en todo momento se mostró cercano con sus paisanos y se dirigió a la ciudad que lo vio nacer como "mi pueblo". La jornada de visita del cardenal se inició temprano con la recepción oficial en la iglesia de Santa Marina, sede de la Cofradía de la Vera Cruz y Nuestro Padre Jesús del Prendimiento, que ha sido quien ha invitado al prelado a Baena tras aprobarse en Cabildo el nombramiento del cardenal como Hermano Mayor Honorífico de la cofradía. Y fue en este lugar donde Herranz Casado trasladó a los allí presentes un mensaje del Papa Benedicto XVI. "Traigo la bendición y un saludo del Santo Padre para la Villa de Baena. A él le gusta que tengáis amor a las raíces cristianas de la propia ciudad y de las familias, ya que sin memoria la inteligencia no funciona", dijo.

A continuación el prelado se trasladó hasta el Convento de Madre de Dios para visitar a las mojas dominicas que lo habitan y que este año celebran el quinto centenario de su existencia en la localidad. Aquí, el secretario del cardenal leyó una misiva del máximo Pontífice dirigida a las hermanas dominicas de clausura en la que daba su bendición "para que este monasterio siga siendo animador de la Fe entre los fieles de Baena". Igualmente emocionante fue su llegada a la iglesia de Santa María la Mayor, templo en el que fue bautizado, donde impartió la primera Comunión a seis pequeños que recibían ayer este Santo Sacramento y a los que les explicó que "este es el día más grande de vuestra vida porque Dios quiere vivir dentro de vosotros".

Asimismo, el cardenal Herranz visitó la restauración de la parroquia de San Bartolomé, que "está muy unida a mi historia porque el 13 de mayo de 1929 se casaron mis padres y aquí recibí las primeras clases de catecismo". "Yo aprendí en esta parroquia a dejar entrar a Cristo en mi alma", expresó. La mañana concluyó con la visita a la iglesia de San Francisco y un posterior almuerzo de hermandad.

El cardenal aseguró haber sentido "una gran emoción" por la acogida que le habían proporcionado los baenenses e insistió en que "tenéis un tesoro de identidad enorme". "Vine contento y emocionado y me voy con un corazón agradecido", sentenció. Ya por la tarde, Herranz Casado visitó la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, donde tuvo lugar una ofrenda a la Virgen y se cantó una salve. El programa de actos finalizó con una conferencia de manos del cardenal baenense bajo el título Benedicto XVI visto de cerca.

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