Montilla, a la luz de San Juan de Ávila

Campiña Sur

El cardenal Ladaria, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, preside el día del doctor de la Iglesia junto al obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, y el alcalde, Rafael Llamas

El alcalde, con el cardenal Ladaria y el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández.
El alcalde, con el cardenal Ladaria y el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández. / El Día

La festividad de San Juan de Ávila vuelve a ser un gran acontecimiento en Montilla en un día muy especial vivido no solo por los montillanos, sino por el clero y la Iglesia. En el municipio de la Campiña Su, un año más, se ha concentrado una gran representación del clero cordobés para vivir esta jornada festiva de la mano del cardenal Luis Francisco Ladaria Ferrer, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe en El Vaticano, quien estuvo acompañado por el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, y fue recibido por el alcalde, Rafael Llamas (PSOE). Las celebraciones se alargaron desde la mañana hasta la noche, con una procesión extraordinaria con la imagen del doctor de la Iglesia y patrón del clero.

En las dependencias del Castillo del Gran Capitán, el alcalde, junto a las autoridades civiles, recibieron al cardenal y al obispo en un día que, como ha afirmado Llamas, es “muy especial” por la conmemoración del 450 aniversario de la muerte del maestro y por la concesión del Año Jubilar del que “Montilla se siente orgulloso y por el que está trabajando a través del proyecto Vitis Dei”. “Nuestros lugares y todas las personas que vengan a visitarlos se llenarán de espíritu avilista”, ha asegurado.

El cardenal ha puesto de manifiesto la gran alegría que supone para él estar presente en la festividad de San Juan de Ávila, al que ha calificado como “un faro en la España del siglo XVI-XVII” y ha pedido que se siga honrando como se merece. “Les deseo que esta fiesta sea un momento para que todo el pueblo rememore estas grandes figuras históricas, su patrimonio y su vida espiritual”, ha indicado. El obispo ha confiado en que “el Santo proteja a Montilla, que lo ha declarado hijo adoptivo, y que bendiga a todos los sacerdotes de los que es patrono y a la Iglesia”.

Una nueva exposición en el Castillo

Acto seguido, en el Castillo se ha inaugurado la exposición de San Juan de Ávila, que contiene su cronología, los lugares en que residió y los hitos de su vida sacerdotal, con espacio para su vida espiritual, docencia, defensa de la mujer y faceta literaria. Tras la recepción con las autoridades, el cardenal y el obispo han visitado los lugares relacionados con la vida del maestro y, acto seguido, se han dirigido a la basílica, en la calle Corredera, donde se conservan sus restos mortales para celebrar la santa misa.

Allí, junto a los sacerdotes de la Diócesis de Córdoba, ha oficiado la ceremonia el cardenal, quien en su homilía ha resaltado la figura del maestro. “¿Qué puede decirnos un presbítero del siglo XVI a los sacerdotes que vivimos inmersos en el siglo XXI?”, ha planteado a los presentes. La respuesta ha sido contundente: los santos no pierden actualidad, sino que ganan con el paso del tiempo, más hoy en la sociedad en la que vivimos donde nos apremia la urgencia de una nueva evangelización, ha dicho. Al mismo tiempo, ha expresado que el santo “irrumpe en nuestras vidas como una figura serena y ardiente, que se convierte en un ejemplo para todos aquellos que queremos vivir la santidad a la que Dios nos invita y a la que a los sacerdotes se nos exige”.

Al igual que en los años anteriores, los presbíteros se han reunido en el teatro Garnelo para asistir a una charla formativa impartida por el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe en la Santa Sede. Allí, él mismo ha recordado a los presentes que “la Iglesia es una edificación de piedras vivas, que ha recibido los medios de la santificación de Dios y los sacerdotes somos ministros, es decir, estamos al servicio”. Nuevamente, el cardenal ha puesto de relieve la importancia de la santidad: “En el don del espíritu, todos los cristianos estamos llamados a la santidad”. De esta forma, ha profundizado en la tarea y el ministerio sacerdotal a la luz del magisterio de San Juan de Ávila.

La festividad de San Juan de Ávila este año tiene un carácter especial, ya que culminó en la tarde con una misa oficiada por el obispo con motivo del Año Jubilar por el 450 aniversario de su muerte, el 150 aniversario de su beatificación y el 50 aniversario de su canonización. Seguidamente, hubo una procesión con la imagen y el relicario del doctor de la Iglesia por las calles montillanas.

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