Montoro prepara la coronación canónica de la Virgen del Carmen

Montoro prepara la coronación canónica de la Santísima Virgen del Carmen. Una representación de la junta de gobierno de la Hermandad y de la comisión preparatoria, junto al párroco y consiliario, Carmelo Santana, han sido ya recibidos por el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández. En este encuentro, la delegación montoreña hizo entrega del expediente de coronación canónica.

A falta de confirmar la fecha en que se celebrará este acontecimiento, la Hermandad se prepara para ofrecer a su titular la coronación canónica "con entusiasmo".

Esta corporación carmelitana recoge siglos de veneración a la Virgen del Carmen en Montoro y surgió del amor hacia la Virgen de un grupo de jóvenes que en 1984 se constituyó inicialmente en una junta de costaleros que, más tarde, desembocaría en la refundación de la Hermandad en el año 1989.

Nuestra Señora del Carmen es una escultura barroca realizada durante el mandato del prior Fray Diego de San Pedro que abarca desde finales de abril de 1760 hasta el 8 de mayo de 1763.

La Hermandad de Nuestra Señora del Carmen tiene su sede canónica en la iglesia parroquial que lleva su nombre, contiguo al antiguo convento de los carmelitas de San Juan de la Cruz.

La devoción a la Virgen del Carmen en Montoro hunde sus raíces hasta los inicios del siglo XVII, con la presencia de los descalzos de Bujalance. El proceso culmina, gracias a la actividad de fray Álvaro de San Alberto en 1626, con la fundación de una cofradía en honor a la virgen del Carmen, reglas que fueron aprobadas el entonces prelado de la diócesis, Cristóbal de Lobera.

Aquella hermandad primigenia se asentó en el templo parroquial de San Bartolomé, hasta que en 1688 recibieron la licencia para la fundación del convento en la plaza del Charco, en una parcela que contaba con un mesón y pozos para abastecimiento de agua. La primera piedra se colocó el 25 de abril de 1689.

El templo, tras numerosas fases en su construcción, correspondientes a prioratos distintos, es acabado aproximadamente hacia el año 1770. En las postrimerías del siglo XVII, se coloca en el altar mayor de la iglesia una talla de Nuestra Señora del Carmen procedente del Colegio del Santo Ángel de Sevilla.

Además de la talla que preside el altar mayor, recibe culto y veneración la actual imagen de vestir de Nuestra Señora del Carmen, una magnífica escultura barroca realizada durante el mandato del prior Fray Diego de San Pedro que abarca desde finales de abril de 1760 hasta el 8 de mayo de 1763.

Desde entonces, en honor de la citada imagen los devotos celebran la fiesta principal; una solemne función religiosa tiene lugar en la iglesia conventual y la imagen sale en procesión por las calles de la villa. A pesar de la potente y arraigada devoción popular a la Virgen del Carmen, no hay constancia de existencia de cofradía a lo largo de la segunda mitad del siglo XVIII.