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LOS PEDROCHES | ALTO GUADIATO
El pasado 17 de abril, la Delegación de Salud de la Junta de Andalucía prohibió el consumo de agua potable en el norte de la provincia de Córdoba. Tres meses después, 80.000 vecinos de las comarcas del Alto Guadiato y de Los Pedroches siguen saliendo cada día a las calles para recoger agua potable, ya que abrir el grifo y beber un vaso de agua se ha convertido en todo un privilegio.
En la zona Norte de la provincia se encuentra a la espera de conocer novedades para conseguir que el bombeo del agua desde La Colada a Sierra Boyera sea potable. Mientras tanto, las actuales temperaturas y la falta de precipitaciones mantienen al embalse en pertinaz sequía y el agua -no apta para consumo humano- que llega a los grifos de cada hogar proviene de La Colada.
A lo largo de estos meses, los vecinos de los 24 municipios afectados han pasado por distintas situaciones, desde cortes nocturnos de agua hasta estar varios días sin suministro. Una situación por la que han pasado localidades como Belalcázar e Hinojosa del Duque, y que supuso una odisea tanto para el día a día de las familias como para negocios de restauración, llegando a tener que cerrar un par de días.
El alcalde de Belalcázar, Francisco Luis Fernández (PSOE), explica a este periódico que los vecinos del municipio han asumido la espera de algunos meses más hasta poder contar con agua potable. "Los técnicos nos dicen que con el sistema del ozono no ha sido posible potabilizar, a no ser que tengan una fórmula nueva, todavía tenemos que esperar", argumenta.
En estos meses de verano, la población de los municipios se duplica, ya que muchos vecinos que viven fuera regresan a sus segundas residencias para pasar las vacaciones estivales. Por si fuera poco, ésta es época de actividades acuáticas y piscinas, las cuales, en municipios como Belálcazar no se han podido disfrutar hasta bien entrado el verano. "Era ilógico abrir una piscina llena de agua y tener el grifo cortado para ducharnos y tener nuestras necesidades más básicas", comenta el alcalde.
Fernández explica que una de las propuestas que ha llevado a cabo su Consistorio ante esta grave crisis ha sido la de rellenar los depósitos municipales con agua de los diferentes sondeos de la localidad. "Si no lo hubiéramos hecho, habríamos estados algunos días más sin agua", reconoce.
Cada día, los municipios afectados reciben a los camiones cisterna que se encargan de suministrar agua potable a los vecinos, manteniéndose operativos durante gran parte del día. En el caso de Espiel, a lo largo de estos últimos meses el reparto de agua varió llegando a contar con tres días a la semana, algo que los vecinos reclamaron al considerar un periodo insuficiente.
A día de hoy, el reparto se hace seis días a la semana de 11:00 hasta las 14:00, el alcalde de Espiel, Antonio Bejarano (PP), admite que, aunque los primeros días se formaban más colas "por el miedo de la situación", en la actualidad, "todo está controlado" y los vecinos han añadido a su rutina diaria una parada en el camión cisterna.
"Estamos haciendo un gran sacrificio, no nos queda otra", indica el regidor espeleño, quien asegura que "sabemos que es una cosa compleja y no conocemos lo que pueda tardar". No obstante, Bejarano narra a El Día, que en un principio "se ha trabajado sin coordinación, han estado dando palos de ciego".
La expectación entre los vecinos y sus representantes políticos por conocer cuándo podrán contar con agua potable va en aumento. "Tenemos ganas de que esto termine", reconoce por su parte la alcaldesa de Fuente Obejuna, Silvia Mellado (PSOE).
Desde la mancomunidad de los Pedroches se informa a los alcaldes de las novedades que los técnicos de la empresa provincial de aguas, Emproacsa, encuentren en sus estudios para conseguir esa potabilización, tal y como explica Mellado. "En el momento en el que esté el presupuesto y la solución definitiva nos convocarían, estamos todos a la espera", sentencia.
El pasado 17 de abril, la Delegación de Salud de la Junta de Andalucía en Córdoba declaraba no apta para el consumo humano el agua de La Colada, esto se debe a los altos índices de carbono orgánico total (COT) detectado en los controles que se realizan diariamente en la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de Sierra Boyera.
Según las analíticas realizadas en el embalse, esta incumple la normativa de calidad de aguas dictada el pasado mes de enero por el Gobierno en un decreto. En concreto, el parámetro cuyas mediciones están fuera de los límites establecidos es el Carbono Orgánico Total (COT), que está por encima de los siete miligramos por litro. Esta situación se viene dando desde que comenzó el bombeo de agua desde La Colada a Sierra Boyera.
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