Palacio de Portocarrero: la joya que devuelve el esplendor renacentista a Palma del Río

Valle del Guadalquivir

La Fundación Familiar Moreno de la Cova concluye la restauración de la torre principal y el balcón de la Puerta del Sol que dan entrada a la alcazaba desde la Plaza Mayor

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Palacio de Portocarrero.
Palacio de Portocarrero. / Miguel Ángel Salas

La torre almohade y el balcón plateresco de la Puerta del Sol lucen en la Plaza Mayor de Palma del Río con el mismo aspecto que lo hacían en el siglo XII y XVI, respectivamente, tras la restauración impulsada por la Fundación Familiar Moreno de la Cova, que ha sumado un paso más en su "interminable" empresa de vida por devolver el esplendor a la joya monumental renacentista que un día fue el Palacio de Portocarrero.

El matrimonio formado por Enrique Moreno de la Cova y Cristina Ybarra, acompañado por el arquitecto del proyecto, César Egea, y la restauradora, Virginia Cabrera, ha presentado este jueves el resultado de la última recuperación patrimonial de esta alcazaba integrada por el palacio, jardines y murallas, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), que ya llevan más de 30 años restaurando a sus expensas.

Para llevar a cabo el proyecto se encargó un estudio completo de las patologías que sufría la construcción, así como un minucioso proceso de acciones y tratamientos que han culminado con la rehabilitación total de la torre y el balcón.

Torre y Balcón restaurados.
Torre y Balcón restaurados. / Miguel Ángel Salas

Egea ha asegurado el estado ruinoso en que se encontraban tanto las cubiertas, como las molduras y los lienzos de la torre, afectados por restauraciones mal hechas ("hasta en ladrillo") o por el "recrecimiento" de las murallas durante el siglo XV para que éstas fueran inexpugnables y que sepultaron algunos de los lienzos. Asimismo, la limpieza a cepillo, evitando el agua por el deterioro de la piedra, ha servido para detectar la policromía original que conservaba el balcón en tonos rojo almagra, naranja y ocre.

Esta restauración supone un "punto y seguido" a las tres décadas de labores que, tanto Ybarra como pintora y su marido como heredero del palacio, llevan realizando en su empeño de seguir cuidando, mejorando y difundiendo el Alcázar Palacio Portocarrero. "Yo creo que más o menos estaremos en un 80% de la restauración, pero el palacio está consolidado al 100%", ha asegurado Ybarra.

"Es en efecto el monumento principal y origen de Palma del Río, que se ha convertido en el recurso turístico y cultural más importante y valorado del lugar", han afirmado desde la propiedad. Por ello, Enrique Moreno de la Cova no ha desperdiciado la oportunidad para reivindicar ante la alcaldesa de la localidad, Matilde Esteo, y el delegado territorial de Cultura de la Junta de Andalucía, Eduardo Lucena, que se apueste desde las administraciones por la señalización del monumento, aparcamientos cercanos, así como una Ruta de Castillos entre Córdoba y Sevilla.

"En poco más de cien kilómetros se pasa de Medina Azahara al Castillo de Almodóvar, pasando por el Palacio de Moratalla, el Palacio de Portocarrero, y de ahí al Parador de Carmona y Sevilla", ha señalado Moreno de la Cova.

El legado familiar del Palacio

"Si yo no restauro el palacio no me lo voy a perdonar nunca", le dijo Enrique Moreno de la Cova a Cristina Ybarra Sainz de la Maza poco después de casarse. "Y así, llevamos más de 30 años a pulmón sabiendo que esto es como una misión para nosotros, una obligación autoimpuesta de mejorar lo que teníamos", explica Ybarra a el Día.

No ha sido un trabajo fácil, reconoce: "te encuentras con reveses, falta de reconocimiento, dinero público cero, aunque eso está cambiando afortunadamente". Este "proyecto de vida", como lo define el propio matrimonio, "lo mantiene la ilusión de saber que estás en el camino, la imaginación de poder ver en el tiempo que estás creando algo bueno para la sociedad y que va a generar riqueza en el pueblo", cuenta quien se ha echado el proyecto artístico a las espaldas, por su faceta de pintora y especialista en Bellas Artes, de recuperar la esencia renacentista de la casa.

La leyenda del Palacio de Portocarrero se pierde entre la leyenda y los acontecimientos históricos de los que ha sido escenario. Una placa en mármol en uno de sus patios apunta al cónsul Aulio Cornelio Palma, que en el año 105 d. C. fijó su residencia en la confluencia del Río Guadalquivir y el Río Genil, en un palacio cercado por murallas. Sobre las edificaciones romanas preexistentes se mandó construir un alcázar almohade en el siglo XI.

Dentro de los muros de este castillo, ya en época cristiana, se celebró la boda de El Gran Capitán, Gonzalo Fernández de Córdoba, y María Manrique de Lara. También los Reyes Católicos pasaron unos días de diciembre de 1501 en el Palacio de Portocarrero, quedando deslumbrados por la riqueza y variedad de cítricos, denominando a Palma como "El jardín de Andalucía".

En 2004, ya bajo la tutela de los actuales propietarios, el palacio sirvió como escenario de rodaje para la película El Reino de los Cielos, protagonizada por Orlando Bloom, Liam Neeson y Eva Green.

"Esto es una historia interminable, un trabajo titánico, pero que hacemos con mucha ilusión", define Ybarra su proyecto de vida. Continuar con el legado del palacio lo resume como "la obligación de transmitir lo que tú heredas: la casa no es tuya".

"A nuestros hijos les hemos inculcado mucho el valor por las bellas artes, el patrimonio y la conservación. Yo creo que la educación es importantísima. Ellos se han formado y han trabajado fuera, pero mantienen los símbolos familiares y culturales. Palma del Río está muy vinculado al origen de mi marido y yo creo que ellos tendrán esto como algo para cuidar, mantener y transmitir, independientemente de que luego vivan en Sevilla, Córdoba o Honolulu, pero yo estoy segura que esto lo van a mantener".

Entrada a un patio del Palacio de Portocarrero, con una escultura al fondo.
Entrada a un patio del Palacio de Portocarrero, con una escultura al fondo. / Miguel Ángel Salas
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